¿Cuantas veces se nos presentan en nuestra vida situaciones que nos dejan el corazón herido? ¿Cuantas situaciones difíciles, angustiosas, tristes? Todos nos hemos sentido alguna vez sin fuerzas suficientes para seguir adelante. Hemos tenido contratiempos y nos hemos decepcionado con aquellos que pensábamos estarían ahí para ayudarnos... Incluso en el camino de la vocación aparecen numerosas pruebas que cuesta trabajo superar. Incomprensiones en nuestro círculo más cercano y, curiosamente, muchas veces trabas que surgen dentro de la propia Iglesia. Podría hablar de ello en primera persona, pero de poco serviría deternerse en lo que, en relidad, no tiene importancia... a veces nos sentimos cansados y no llegamos a comprender la actitud que toman algunos de los que nos rodean, sobre todo cuando se trata de personas consagradas, de los que, por así decirlo, tienen más responsabilidad a la hora de guiar a quienes desean cumplir la voluntud del Señor. Así le ocurrió también a Santa Teresa de Jesús, cuya festividad celebramos hoy. También hubo incomprensión, calumnias y grandes dificultades... pero ella, a través de la Oración y la confianza en Cristo, supo darnos el ejemplo necesario para proseguir nuestra marcha. Por eso, en el día en que recordamos la figura de esta Doctora de la Iglesia, de la reformadora del Carmelo y de una de las mujeres más preclaras de la historia de España, mas que ahondar en su figura, algo que, por otra parte, me desbordaría, como no puede ser de otra forma cuando uno quiere profundizar en la vida espiritual de un místico, he querido quedarme con una poesía que es en sí una oración; una oración que no es sino un mensaje para el alma. Espero y deseo que haga en vosotros el mismo efecto que en mí ha hecho.
¡Gracias! Me encanta esa oracion. La verdad que seria maravilloso, si realmente viviera asi cada dia..."Nada te turbe, nada te espante, SÓLO DIOS BASTA"....de verdad, cada vez que la leo, pienso, escucho o la rezo, me quedo asombrada/maravilla de la sencillez de la idea y de lo dificil que es vivirla.
ResponderEliminarOjala que poco a poco, con el ejemplo de Santa Teresa de Jesus, y con oracion podamos ir acercandonos a ese ideal.
Un beso
S. Irene
Tienes tanta razón, Irene, en lo que dices... nos cuesta tanto poner el práctica algo que, aparentemente es tan sencillo. Siempre estamos preocupados por cosas de este mundo cuando la solución la tenemos tan cerca. Tan sólo confiar plenamente en el Señor, tener la certeza de que es nuestro Padre y como tal nos procurará siempre lo que de verdad nos conviene. En definitiva, dejar que Cristo nos modele, cerrar los ojos y, por difícil que sea la situación en la que nos encontremos, pensar como en la oración de la Santa de Ávila: "Solo Dios basta".
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