Contacto

"Vocación es un darse a Dios, con tal ansia, que hasta duelen las raíces del corazón al arrancarse" Beato "Lolo"







Me agradará enormemente compartir vuestras alegrías, pero mucho más lo hará el que podamos superar juntos las dificultades que se nos presenten en la que, sin duda, será la mayor aventura de nuestras vidas. Para ello podeis escribirme cada vez que lo deseeis a escalandolacima@gmail.com




viernes, 26 de febrero de 2010

Servilletas filosóficas

Perdonad que haya estado ausente estos días, pero ya se sabe que la facultad en exámenes es como una lavadora: hace que lo mezcles todo en la cabeza durante un par de días para luego, dejarte cao un par de semanas jejeje. Pero ya estoy recuperado, gracias a Dios.

Como decía, estos días de exámenes tan estresantes hacen que no te ubiques del todo, que no vivas en este mundo, si no en uno paralelo en el que lo más trascendental son las horas previas al redundante examen. No he tenido tiempo de limpiar a fondo, ni de poner lavadoras, ni tan siquiera de salir a comprar lo necesario para sobrevivir. Hoy, como he dicho, ha acabado todo, ha sido un día de alegría pero de recuento de daños: no he escrito en el foro demasiado, no veo a mi familia hace casi dos meses, he adelgazado, no hay servilletas...Y esto ha sido lo que más me ha hecho recapacitar. No os podéis imaginar lo útiles que son las servilletas. ¿Con qué me limpiaba la boca durante la comida? ¿Con qué me secaba las manos después de lavar los platos? ¿con qué recogía las migas de pan del mantel? ¿con qué envolvía los bocadillos de la comida? Realmente, una servilleta para la RAE es:

Pieza de tela o papel que usa cada comensal para limpiarse los labios y las manos.

Es papel.¡Con lo avanzada que está la tecnología y seguimos usando papel para limpiarnos! ¿No será que se ha visto que no por rudimentario es menos eficaz? Son cosas que dan que pensar, y si lo unimos a que estamos en Cuaresma: ¿qué me ha pasado estos días con la oración? Hermanos, que ha sido como con las servilletas: la usé mientras tenía fuerzas, es igual de rudimentaria (porque qué yo sepa no hay aún ninguna máquina capaz de comunicarme con Dios, y si la hay, pido encarecidamente que se me comunique lo antes posible...) y hubo un momento en el que noté que faltaba. Visto de otra forma: el tiempo dedicaco a mi oración ha ido poco a poco disminuyendo durante exámenes hasta llegar a la nada.

¿Cómo me he sentido? He de reconocer que bien: más tiempo para estudiar, ¡perfecto!. Además, Dios ahora quiere que estudie y no pasa nada, me decía. Y es que hermanos, cada vez que tengo una dificultad digo 'Adiós muy buenas' a todo lo que tiene que ver con la oración (y su consabia reflexión). No notaba la lejanía que tenía con Dios. ¿Cómo iba a notarla si esa ausencia la estaba llenando de tiempo de estudio para los exámenes? ¿No os da la sensación de que hacemos esto continuamente? Ahora puedo entender un poco mejor el punto de vista de los ateos, pues el "hueco de Dios" lo llenan con otras cosas. Visto así, no parece mal plan: no me ocupo del rollazo de rezar -pensarán- y encima me siento "lleno".

¿Qué me ha pasado hoy? Fácil y lógico: los exámenes acabaron y comienzo a notar la Ausencia. Y es que Dios, hermanos, deja una gran huella en el corazón. Y lo mejor de todo es que todo en este mundo es exactamente igual: caduco; llega un momento en el que todo termina. ¿Y después qué? ¿qué pasa con ese hueco recien estrenado? Pues que lo llenamos de otras cosas igualmente caducas. Es como una cordillera: a veces alegres, a veces tristes, buscamos algo que nos quite la tristeza "a corto plazo", volvemos a estar alegres, etc.

¿Qué podemos hacer para solucionarlo? Teóricamente es sencillo: CONOCER A CRISTO. Esto es fácil de decir pero muy, muy dificil de hacer ya que implica ser verdaderamente sinceros con nosotros mismos. Conocer a Jesucristo, estar cara a cara con Él conlleva conocerte a ti mismo, con tus defectos y tus virtudes, tus errores, tus pensamientos... y creo que esto último no está de moda, qué pena. Sinceramente hermanos, creo que quien a BUSCADO A DIOS Y LO HA CONOCIDO nunca vuelve a sentirse plenamente feliz hasta que Lo encuentra de nuevo. Y más nosotros, que ya hemos vivido esa experiencia, cuando nos alejamos nos sentimos infinitamente más vacíos. Uno de mis propósitos de esta Cuaresma es LLENARME DE DIOS, NO ALEJARME MÁS DE ÉL.

¿Y vosotros, chic@s, estáis llenos de Cristo? Como decía una santa ¿'Desprendéis fragancia de Dios'? No entenderé nunca como siendo intrínsecamente tan egoistas, Dios nos ama sin media: eso si es un misterio. Os animo a todos a que pidáis mucho porque la gente se llene de Dios, tenga esa "Experiencia Divina", y sobre todo los políticos, absolutamente todos los políticos.

Os encomendaré al Sagrado Corazón, ese Corazón que tantísimo nos quiere y que tan poco pide de nuestra parte: amarlo sin medida. Espero que me contéis.

martes, 16 de febrero de 2010

Detallitos del cielo

Entre lo cansado que estoy (anoche dormí poco porque tengo mucho que estudiar) y lo muchísimo que me cuesta sentarme a estudiar, no paro de darle vueltas a una cosa que ha ocurrido hoy.¿No os ha pasado a veces que la cosa más minúscula, la situación más tonta ha dejado su huella y no paras de pensar en eso?

Esta mañana, mientras iba a la facultad para devolver un libro me he vuelto a cruzar con las dos únicas personas que me emocionan: dos monjas jerónimas. ¡Ay que ver la tontería tan grande! Simplemente, voy andando, con mis cascos puestos, mi mochila, y con prisa, y ahí van, delante de mi dos monjas jerónimas. Nos cruzamos y ya está: sin decir nada de nada. ¡Qué cabeza la mía! Os estaréis preguntando la razón de tanto alboroto en mi interior.

Dios es grande hermanos, muy grande, y sabe bien lo que se hace. El año pasado tuve delante de mi habitación, en mitad del campo de la provincia de Madrid, durante todo el curso, uno de los monasterios de jerónimas más transcendentes en España. Allí fui a misa unas 5 o 6 veces, no más porque había que cruzar una carretera y era peligroso. Yo no les di la menor importancia. Pero cual no es mi sorpresa que, un día de verano, uno de estos días en los que la tristeza y la Llamada Divina se mezclan para que mi alma llegue casi al límite, uno de esos días, me topo en la red con esta página:

http://www3.planalfa.es/msmparral/menu.htm

Es de la orden de San Jerónimos (jerónimos). Algo en mi interior se encendió; creo que fue una de esas veces en la que cogí el movil del alma y le di a rellamada, camino al cielo, a ver qué decía Dios, o mejor dicho, más que una llamada fue un toque, una perdida, porque ahí se ha quedado la cosa. No pasa día sin que no tenga la tentación de coger el teléfono y marcarles al monasterio. Pero no, no lo hago al final. Y es un bucle sin salida. Pues bien hermanos, esta misma orden fue la que tuve delante de mí durante un año entero en Madrid, ni más ni menos. Fue a las dos semanas cuándo caí en la cuenta de que las monjitas de enfrente de casa eran de esa misma orden. Pues agarrate que vienen curvas: fue en ese mismo monasterio donde se comenzó y se ideó la reforma de la rama masculina. ¿Impresionante verdad? Pues no contento con eso, me vengo este año a vivir a Granada, y mi compañera de piso y yo tan tranquilos cogimos el primer piso que vimos en condiciones de habitabilidad. ¿Dónde estamos? a 500 metros un monasterio de la misma orden que antiguamente lo habitaban monjes. Ahora son las monjas las que viven en él. Y son esas mismas monjitas las que me cruzo casi a diario.

Son estos los "detallitos del cielo" a los que me refería. Son estas las cosas que me hacen pensar tanto. Y es que hermanos, ¿no será que Dios está dándome un empujón? ¡Qué dulce es Cristo, y que enorme es su Corazón! Dios sea con todos nosotros hermanos. Hasta dentro de poco. Os encomiendo a San Jerónimo.

Saludos

Ya estoy aqui, ya estamos aquí. Queridos lectores y lectoras quiero saludaros a todos, sin dejar a uno solo. Desde donde quiera que esteis leyendo estas palabras quiero haceros saber el motivo que me lleva a escribir este diario.

"Diario de un joven con vocación religiosa"; este es el título escogido. Son muchos los años que llevo perdido en este mundo de la vocación religiosa, y no hago otra cosa que descolgar el teléfono cuando Dios me hace esa llamada, espero a ver qué dice y en seguida le cuelgo. ¿Cuántos de vosotros estáis como yo? Como me gustaría poder hablar con cada uno para sentir que no estamos solos en esto. Y es que lo principal es que tenemos a Cristo, es El, y solo El quien nos hace sentir estas cosas. Ojala, y Dios lo quiera, consigamos entre todos echarnos una mano.

Esta es una situación muy peligrosa, más de lo que creemos. Esta noche, Dios me ha inspirado para crear este blog porque ando perdido, andamos perdidos. ¡Qué bien y qué mal se pasa! ¿Cómo puede ser tan contradictoria la vocación: sé que lo daría todo por Cristo pero no tengo valentía para hacerlo, sea el motivo que sea, no hay valentía. Y es que creo que lo primero es asumir que "eso" que sentimos se llama Dios, que es completamente palpable en nuestro corazón. Me cabreo conmigo mismo muchas veces: sé que tengo mi felicidad (la mayor felicidad en este mundo) ahí, a la vuelta de la esquina y no puedo doblarla, no puedo, no puedo.

Dentro de unos días terminaré los exámenes de este primer cuatrimestre en la facultad de mi penultimo año de carrera, dentro de dos fines de semana iré a casa, al pueblo, a ver a la familia, la semana que viene comenzaré las clases otra vez, pasado mañana mi compañera de piso vuelve... Dentro de unos días la vida continuará exactamente igual que como hasta ahora; sin embardo, mi corazón, mi interior, mi alma seguirá entristeciendose, continuaré estando triste (aunque aparentemente alegre). No quiero seguir estando así chicos, no quiero. Y mucho menos debo: "ESTAD ALEGRES". ¿Cómo puedo estar triste teniendo a Dios tan cerca? ¿Cómo cada día que pasa me siento más vacío? ¿Por qué cuánto más consigo, más infeliz me siento? Ay Dios mío, que algo no anda bien.

Hermanos y hermanas, no voy a permitir que en mi corazón no reine la alegría que nos da Dios. Y espero contar con todos vosotros en este viaje tan emocionante. Y si la Virgen nos ayuda, llegaremos a estar "en Dios". Muchas son las preguntas, pero tenemos una gran certeza: Dios nos espera y nos ama eternamente. Hoy es el día de decir: HASTA AQUÍ, YA BASTA.

Muchas gracias a todos por escucharme. Os encomiendo a Jesús. Saludos hermanos.