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"Vocación es un darse a Dios, con tal ansia, que hasta duelen las raíces del corazón al arrancarse" Beato "Lolo"







Me agradará enormemente compartir vuestras alegrías, pero mucho más lo hará el que podamos superar juntos las dificultades que se nos presenten en la que, sin duda, será la mayor aventura de nuestras vidas. Para ello podeis escribirme cada vez que lo deseeis a escalandolacima@gmail.com




lunes, 28 de febrero de 2011

El último cuatrimestre, Dios mediante

Hoy, hermanos, me gustaría hablaros del final de un camino.

Toda persona que siente la Llamada de Dios y está dispuesta a responder no ve el momento de hacerlo. Cada uno vive unas circunstacias personales diferentes pero les une el mismo sentimiento. Por eso, desde el primer momento comienza a renunciar a cosas, a ir diciendo más y más SÍES que le vacían por dentro.

Me llamó el Señor con 9 años y mis padres me obligaron a aplazarlo hasta los 18. Fui convirtiendo esta Llamada en la razón de mi vida, pues de ella depende mi salvación. Discerní y me procuré una vida que guardara la vocación como el mayor Tesoro: ahí estaba Cristo.

Y llegaron los 18 años. Nada estaba claro, se contraponía una gran ansia de vivir el Evangelio con el paranoma que había (y sigue habiendo). ¿Qué hacer? El director espiritual y la oración me aconsejaron continuar siendo fiel y esperar, que si el Señor seguí queriendo aquella orden, me lo dejaría claro.

Entré en la carrera. Ahora, casi 4 años después, terminando la carrera (a mi pesar) ha querido el Señor despojarme de todo: salud, ánimo, fuerzas, apegos, quereres... y mostrarme clara su Voluntad.

Acabará el último cuatrimestre de mi carrera y empieza la respueta definitiva a Dios. Pero si antes de acabar la carrera pone el Señor los medios, me lanzo sin problema. Que el corazón comienza a resentirse.

De nuevo, os pido oraciones por aquellos religiosos que quieren ser fieles al Señor en medio de sus comunidades. Arrecian los malos tiempos para ellos y necesitan fuerzas de Dios y mucha humildad. Os encomiendo a María, hermanos.

lunes, 21 de febrero de 2011

siempre FIELES (II)

Mis queridos hermanos:

disculpad todo este tiempo de ausencia. He visitado diariamente el blog pero me ha sido imposible escribir entrada alguna pues entre exámenes y peregrinaciones no he tenido tiempo. Sin embargo, cada uno de vosotros seguís en mis oraciones.

Retomo la entrada, que el otro día dejé inconclusa, sobre la fidelidad en la vida religiosa. Y la complemento con la experiencia de mi última peregrinación carmelita por España.

El "futuro religioso" del que os hablaba toma conciencia de como está el panorama de los entregados a Cristo. Entra en la gran duda de seguir buscando o conformarse con lo que hay: siempre lo que Dios quiera. La oración le confirma que Dios le pide fidelidad, mirar la Cruz le da fuerzas y la lectura espiritual no hace sino confirmar esta Llamada de Dios: "Más vale que te quedes en medio del mundo antes de que entres en una religión no observante." ("La vocación religiosa", San Alfonso María de Ligorio). Incluso el Evangelio: «Muy bien, servidor bueno y honrado; ya que has sido fiel en lo poco, yo te voy a confiar mucho más. Ven a compartir la alegría de tu patrón.»(Mt 25, 21)

Si es de grande voluntad y confía en Dios no se ensimismará. De otra manera puede caer en el error de crearse una "comunidad ideal". Y hablo de CREARSE pues su corazón anhela tanto vivir el Evangelio como religioso y no encuentra un lugar, que su mente se lanza a imaginarse. Gran error pues dejó a un lado la Voluntad de Dios. Si quiere ser como Cristo, hay que comenzar siendo realistas.

Con la Gracia de Dios, muchísimas tentaciones y una dirección espiritual buena su corazón se habrá tornado todo sufrimiento por Cristo. Este debe estar siempre fundamentado en CRISTO. Sufrir por la voluntad de hombres apartados de Dios de nada sirve. El trabajo por el Reino de Dios, hermanos, debe llevar al futuro religioso a amar la Cruz, ese martirio que nos pide Cristo.

Por fin el "futuro religioso" conoce la libertad de la que goza, pues ya no caben miedos, y deberá actuar en consecuencia: mucha oración y mucha determinación para responder al Padre.

Debo puntualizar que el religioso tiene contar con la tradición de la Iglesia para ser FIEL. Visitar a Padres y Madres con fama de fidelidad a la tradición le servirá de mucho sobre todo si fueran contrarios a su propio pensamiento: un mismo sentir pero con la seguridad de la Iglesia.

Queden fuera de este discernimiento los que busquen el aplauso y los elogios, que de eso no se sirve Cristo para amarnos. No se planteen ser fieles los que quieran el martirio por el martirio: ser mártires siempre, pero por el Amor a Dios. Los tibios ni lo intenten.

Y será la Virgen la Reina de su Corazón. Comenzará, así, a ser religioso aun estando en el mundo, pues su corazón, por fin, lo tiene puesto por entero a Dios. SEMPER FIDELIS

viernes, 4 de febrero de 2011

siempre FIELES (I)

Hermanos, perdonad esta gran ausencia pero ya volvemos a estar de exámenes los estudiantes.

No quería dejar pasar estos días sin hablaros sobre la vida consagrada. Lo hago lo más humildemente que puedo. Os quisiera contar tantas cosas, hermanos, tantas... Palabras vacías, al fin y al cabo, si no son para mayor gloria de Dios.


Para captar la trascendencia de este tema os recomiendo que pongáis la mente y el corazón en ese Niño de Belén y en esa Cruz gloriosa; esto es, en el Corazón de Dios. Resuena la palabra AMOR, una y otra vez.


¿Por qué ser religioso? Queridos hermanos míos, POR ESE CORAZÓN. Es una llamada a ser testigo de ese Amor de Dios en la Tierra pues debemos y deseamos configurarnos con ese Corazón. Es lo más natural que le puede ocurrir al hombre: comienza a descansar su corazón en Dios.


Por eso mismo, al religioso le acaban doliendo las mismas cosas que le duelen a Dios. Sufre con el hermano hasta el punto de hacer suyo ese dolor.


¡Qué duro resulta responder a esa llamada! Si somos fieles a la Verdad, lo duro es responder a esa llamada de manera FIEL.


Todo comienza conociendose a sí mismo en profundidad. Hay que ser valiente para descubrir los errores de uno mismo. A continuación, surge esa humildad que te permite comenzar discernir la Voluntad de Dios. Queridos hermanos, que lo sois, se ha de tener mucho amor a la Verdad para continuar. El futuro religioso descubre el Plan de Dios en su vida, y como ama mucho a Dios, se lanza...


La primera lanza se le clava en ese instante. Dios tiene para este religioso el mejor camino, él quiere vivirlo... ¿qué es lo que pasa? Se topa con otra realidad. Aquí es donde comienzan a dolerle las entrañas de la misma forma que le duelen a Dios.


"Hijo mío, si es aquí donde Dios te quiere, ¿a qué esperas?"


"No te sigas haciendo daño a ti mismo"


"Vive esperando en Cristo, pero no haciendole a Cristo esperar, hijo."


Estas cuestiones turban al futuro religioso. Le pregunta a Dios: "¿cómo ser FIEL si la realidad es otra?"


Queridos hermanos, para que entendáis de que os hablo, pensad en Santa Teresa de Jesús, o en San Ignacio, o en San Francisco de Asís.


Si el futuro religioso sigue amando a estas alturas la Verdad y no ha podido en él la decepción por lo que se va encontrando, se enfrenta a una dura realidad: Dios le llama a vivir conforme a su corazón, con un estilo de vida al Estilo del Evangelio y no encuentra lugar donde llevarlo a cabo.


Dios ha querido que en mi vida me cruce con bastantes "futuros religiosos". Todos entraron en comunidades religiosas y sólo unos cuantos resisten. Los que vuelven a comenzar la búsqueda lo hacen con el Evangelio en la mano y la oración en la otra. Y a la gente le sigue extrañando que cada vez haya más personas que se entreguen de manera radical al servicio de Dios. He visto como se perdían muchas almas para Dios que ya estaban en las comunidades religiosas.


Hermanos míos, amamos la Verdad. ¿Cómo es posible que se hable más de Dios fuera de muchos conventos que dentro de los mismos? Ser FIEL es difícil en los tiempos que corren. No se trata de llevar hábito, ni de cambiarse el nombre, hablo de FIDELIDAD. A estos "futuros religiosos" les duele mucho leer la regla y vivir en contra de la misma. Les hablan de la virtud de la Prudencia. Siempre y cuando sea santa, claro que es virtud. No una prudencia cómoda, que esconda miedos o que suavice. A estos religiosos en proyecto les dicen que hay que ser humildes. Claro que sí, humildes siempre, me dicen, pero humildes con la humildad de Cristo, no con la humildad de "ojos cerrados y aquí no pasa nada".


Quiero seguir otro día con este post que muchos me habíais pedido que hiciera.Para concluir, me gustaría que encomendáseis a la Virgen a aquellos religiosos que intentan vivir dentro de sus comunidades conforme al Evangelio y por este motivo sufren. Pidamos todos para que perseveren.


Al fin y al cabo, si cada uno de nosotros vivimos nuestra vocación mirando siempre al Corazón de Dios, CONFIANDO en Él, nada podrá apartarnos de este Amor. Aunque nos vaya la vida, siempre FIELES. Os encomiendo a María.