No podía faltar en este blog una referencia al día de la Virgen del Pilar, una advocación mariana con gran tradición en España. Una advocación que tal vez refleje como me he sentido un poco en estos días...
Cuenta la tradición que cuando el apóstol Santiago se encontraba en los confines del imperio romano, en Hispania, predicando el Evangelio, tuvo muy poca acogida y le invadió la tristeza y el cansancio. ¿Sabéis los esfuerzos que hay que realizar para mantener un blog? ¿cuantas veces no tienes ánimos y, sin embargo, lo retomas de nuevo para seguir adelante? ¿sois conscientes de la responsabilidad que tiene un blogero con respecto a lo que escribe?... Desde que se puso el contador a esta página, el 27 de agosto pasado, ha habido más de dos mil visitas. Me he esforzado, he escrito nuevas entradas, he buscado fotografías, vídeos y he procurado contestar a vuestros comentarios. También he tenido contactos privados a los que he atendido en la medida de mis posibilidades... pero el otro día hice una petición y sólo he encontrado tres respuestas... ¿es posible que no sea capaz de conseguir que al menos cinco personas se compromentan a rezar el Rosario un día a la semana? ¿pido mucho, tal vez?... Yo no lo rezaba, os lo reconozco, pero hoy... hoy que es el día de Nuestra Señora... ¿nadie más se apuntará a hacerlo? Cuando Santiago sintió desánimo se encomendó a la Virgen María y la tradición narra que, estando aún en vida, se apareció al apóstol sobre un pilar de piedra, motivo del que le vino posteriormente la advocación con la que se nombra en su basílica de Zaragoza. Pues bien, yo la verdad es que esperaba un mayor éxito de la iniciativa. Pensaba que con todas las visitas que tiene esta página habría más personas dispuestas a decir "Yo también me apunto..." pero solo ha habido tres. Es posible que no haya sido capaz de convenceros, que no haya sabido dar las razones suficientes para que lo hagáis. Puede que os parezca una práctica anticuada o que penséis hacerlo en otro momento, más adelante... Perdonadme si os estoy pidiendo algo a cambio de entrar en esta página... pero si yo no he sabido argumentar algunos de los motivos por los que podríamos rezar el Rosario, permitidme que en este mes, que aunque no es mayo también está especialmente dedicado a la Virgen María, os remita a un vídeo donde quizá encontréis algunas de las razones que yo no he sido capaz de daros.
Yo, por ejemplo no contesté porque lo rezo todos los días.
ResponderEliminarGracias,Jose, por escribir tu mensaje ahora. Ya solo faltaría una persona más y serían los 5 testimonios que espero se conviertan en 50, conforme vayan pasando los meses. Cuando hoy lo reces, pide en un misterio por los que empezamos a hacerlo ahora y los que se vayan incorporando más tarde. Gracias de nuevo y recibe un abrazo fraterno.
ResponderEliminarP. Pío oraba mucho aún fuera de las horas de oración comunitaria. Encontrarlo en el coro (lugar donde rezan los religiosos en las iglesias), o en su cuarto haciendo oración, era una cosa normal. Le gustaba mucho ya entonces la oración del Santo Rosario. En sus propósitos espirituales escribió de rezar cada día quince rosarios.
ResponderEliminarCuànto nos falta todavia, no? Pero èl mismo decia: un paso a la vez, todo de a poco. Asi que este es un excelente comienzo! Adelante, Ave Maria y adelante!!!
Hola, Flaviamile. Que bueno que hayas aportado esa pincelada del Padre Pío, un santo de nuestros días verdaderamente admirable. A veces, cuando vemos los ejemplos de los demás nos damos cuenta de lo poco que nosotros hacemos. Sin embargo, es cierto que lo importante es dar ese primer paso y algunos hemos tenido ahora la ocasión de hacerlo. Muchas gracias por participar en el blog a la vez que espero tus oraciones desde Italia.
ResponderEliminarUn abrazo fraterno.