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"Vocación es un darse a Dios, con tal ansia, que hasta duelen las raíces del corazón al arrancarse" Beato "Lolo"







Me agradará enormemente compartir vuestras alegrías, pero mucho más lo hará el que podamos superar juntos las dificultades que se nos presenten en la que, sin duda, será la mayor aventura de nuestras vidas. Para ello podeis escribirme cada vez que lo deseeis a escalandolacima@gmail.com




domingo, 21 de noviembre de 2010

Y descubrí el Reino de Dios...

"Encontré al Rey, ¡lo encontré! Tarde unos días, pero al final di con él...¿Duro? Sí, el viaje fue algo difícil. Nunca me había dirigido una estrella...aunque bien pensado, ¡nunca había tenido a Dios cara a cara! He de reconocer que al principio nos quedamos soprendidos: no estaba en el palacio. ¿Un Rey sin palacio? Pero, al llegar a Belén lo comprendí todo: el Rey de los corazones, de las almas, venía para llegarr a todo el mundo y comenzó naciendo en sitios peores que los más humildes. Toda mi sabiduría no me valió de nada, me cambiaron los esquemas. Este Dios es verdaderamente Dios."

"Lo vi claro, pero me costó. Llevábamos allí todo el día. Hacía frío. Además, estábamos acostumbrados. ¿Por qué iba a ser esta vez diferente? Muchos falsos mesías habían sido crucificados, otro de tantos... Sin embargo, no paraba de leer el letrero: Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos". Rey... Desde luego aquel hombre nunca se había portado como un rey normal. Y en el interrogatorio dijo que su Reino no era de este mundo... ¿Y si este rey si que era el único Rey? Pero todo se oscureció... temblé, todos lo hicimos...menos Él. No se había quejado lo más mínimo. Sólo palabras de aliento a los suyos. Incluso pidió perdón por nosotros... Murió. Y fue entonces cuando me dí cuenta: ¡Rey de las almas! El Hijo de Dios..."

"Como bien dices, la misión es algo más que construir pozos. Todo es diferente de cuanto pensáis. Recuerdo aquellas horas delante de este mismo Sagrario. Todo resonaba igual: Dios en los pobres, Dios en los últimos... Cuando dí el paso, me ordené y allí que me fui, a las misiones. Y fue allí, en la desesperación de los primeros días, donde comprendí que mi misión transcendía las bolsas de arroz. Mi misión, la Misión, era dar a aquellos hombres la Esperanza de la Vida. No era otra cosa que mostrarles quien era el Rey de sus corazones. Sólo así, comprendí, podré llegar a más. Un kilo de arroz alimenta para unos días. La Palabra de Dios para la Vida eterna. Y descubrí el Reino de Dios..."

¿Te acuestas cada noche extenuada porque no has parado de trabajar para hacer más posible el Reino de Dios? Trabaja, alma mía, mente, corazón... Recuperad fuerzas por la noche, que mañana, si Dios quiere, nos espera un gran día: otra oportunidad para hacer que CRISTO REINE.

martes, 16 de noviembre de 2010

Acequias

El correr de las acequias alegra la ciudad de Dios,

el Altísimo consagra su morada. (Sal 45)


¿No será tu vocación ser parte de esta acequia? Pues si el Espíritu de Dios es el agua que sacia la sed de nuestro corazón, ¿no seremos nosotros la tierra por la que discurra? Y cuanto más grande sea la acequia, a más almas regará. ¿No será tu tierra demasiado dura? La azada del Señor es dulce. Te quitará toda la broza y te vaciará. Sólo así podrá llenarte. Dejarás que Dios llegue a todos porque en ti vive, en ti permanece y en ti discurre. Y el Altísimo consagrá su morada en ti. Y será el tu Refugio y tu serás su morada.
Se acequia, hermano. Seamos acequia.

jueves, 11 de noviembre de 2010

El momento más dichoso

Dichosas sean las flores
que estaban en tu jardín
el día que nuestro Dios
te escogió para Sí.

Dichosos sean los astros,
dichoso sea el sol
que iluminaron la escena
en la que te habló el Señor.

Quien fuera por un momento
como aquel ángel Gabriel
para hacerte la pregunta
"¿Quieres portar el Bien?"

"Pequeña María, salve,
llena de Gracia estás,
no temas, vengo del cielo
el que Señor te quiere hablar."

Fue entonces cuando tus ojos
dieron paso a Jesús
y ya nunca lo dejaste
hasta la muerte en Cruz.

Tú que no esperabas
Visita tan hermosa
entregaste tu vida
a la Causa más grandiosa.

Esclava del Señor,
bendita Madre mía,
ayúdame en esta prueba
y defiéndeme noche y día.

miércoles, 10 de noviembre de 2010

¡Enhorabuena!

El primer paso ya lo has dado, hermana Laura. ¡Enhorabuena!

Te vi alegre, feliz, pero sobre todo, con Paz. Eso me tranquilizó. El camino ha sido duro, ¿qué temer si tienes a Dios contigo? Tan sólo date, date, date y date mil veces más a Él.

Las dudas, como en todas las cosas de Dios, son normales y hasta buenas, si consigues salir de ellas. Te toca sentir como hermanas a las que son tus hermanas de comunidad. Si Dios te ha dado la fuerza en tus primeros 10 días ten por seguro que es porque vas bien.

De parte de toda la comunidad que formamos este blog, te mando ánimo. Estoy seguro de que nuestras oraciones se han unido a las de otros tantos. ¡Dichosos nosotros que podemos comunicarnos con Dios, en cualquier momento, mediante la oración! Estos hermanos tuyos seguirán pidiendo por ti.

Mi regalo diario será encomendarte a María. Es el mejor modelo para toda religiosa. Poco a poco veo que te acercas más a las virtudes marianas: sencillez, transpariencia, entrega, confianza, silencio, diligencia,... ¡Pídele a Dios su Gracia para que todas ellas vivan en tu corazón! Hazte de María por Dios.

lunes, 8 de noviembre de 2010

Otra Lógica

Hermanos, me gustaría recoger brevemente las palabras que más me han movido el corazón en la visita del Papa a España.


"Para los
discípulos que quieren seguir e imitar a Cristo, el servir a los hermanos ya no es una mera opción, sino parte esencial de su ser. Un servicio que no se mide por los criterios mundanos de lo inmediato, lo material y vistoso, sino porque hace presente el amor de Dios a todos los hombres y en todas sus dimensiones, y da testimonio de Él, incluso con los gestos más sencillos. Al proponer este nuevo modo de relacionarse en la comunidad, basado en la lógica del amor y del servicio, Jesús se dirige también a los «jefes de los pueblos», porque donde no hay entrega por los demás surgen formas de prepotencia y explotación que no dejan espacio para una auténtica promoción humana integral. Y quisiera que este mensaje llegara sobre todo a los jóvenes: precisamente a vosotros, este contenido esencial del Evangelio os indica la vía para que, renunciando a un modo de pensar egoísta, de cortos alcances, como tantas veces os proponen, y asumiendo el de Jesús, podáis realizaros plenamente y ser semilla de esperanza."

Benedicto XVI, 6 de noviembre de 2010,
homilía en la Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela

Benedicto XVI lo ha dejado claro a lo largo de estos dos días: mirar más allá, actuar aquí poniendo la mirada en Cristo. ¡La gran empresa! Es hacer lo que hizo la Virgen: siempre en Dios, en Jesucristo. A Ella os encomiendo.

sábado, 6 de noviembre de 2010

¿Y si reflexionamos?


Hoy, como todos sabéis, el Papa llegó a España. En la televisión decían: "Hoy el Papa es el protagonista". Mal vamos, hermanos, si esta afirmación es cierta.

Ya no sólo ha habido controversia con la visita, sino hasta manifestaciones cuyo fin pudiera ser más o menos lícito pero que, de ninguna manera, han acertado con las formas. Hoy hemos escuchado las palabras "Iglesia", "Vaticano", "Estado",... hasta la saciedad pero, ¿dónde quedó la palabra "Cristo"? Me resulta completamente sorprendente que hasta las declaraciones de los jóvenes católicos vayan en esta línea. En blog, periódicos, radio y televisión los propios católicos declaran que el Papa viene a traerles la felicidad, la fuerza para seguir adelante. Inclusive algún que otro católico consagrado.

A lo largo de mi vida he comprobado que la euforia no es tan buena. ¿Y si reflexionamos? Creo que no sería malo dedicarle un rato a este tema. La alegría, hermanos, es Cristo. Que el Papa venga a España, es todo un acontecimiento, sobre todo espiritual, y así lo ha dejado claro él. Si pretendemos hacer del sucesor de Pedro, por unos momentos, nuestro mayor tesoro, creo que perdemos el norte.

El Papa está aquí para predicar a Cristo. Dentro de esta predicación están las relaciones con el Estado. Pero esto no es una lucha, ese no es el estilo cristiano. Nos basta evangelizar, pues cuando lo hacemos, predicamos la Verdad y la intentamos llevar a la práctica: este SI es el estilo cristiano. Por eso, os invito a que veáis en la actitud del Santo Padre el ejemplo de cristiano comprometido, sin miedo a nada y no a un jefe de Estado que viene a ponerse al frente de una lucha que a nada conduce.

Estoy convencido de que nuestro querido Papa centrará esta visita en Dios y no en otra cosa. Ya nos dijo él mismo que: "voy para recordar el amor de Dios, que el Señor no quita nada y lo da todo". Seamos Palabra viviente viviendo de la Palabra.

viernes, 5 de noviembre de 2010

El Papa nos contesta

Encontré, hermanos, una respuesta a la entrada anterior.

"Somos siervos de Dios; no somos acreedores frente a él, sino que somos siempre deudores, porque a él le debemos todo, porque todo es un don suyo. Aceptar y hacer su voluntad es la actitud que debemos tener cada día, en cada momento de nuestra vida. Ante Dios no debemos presentarnos nunca como quien cree haber prestado un servicio y por ello merece una gran recompensa. Esta es una falsa concepción que puede nacer en todos, incluso en las personas que trabajan mucho al servicio del Señor, en la Iglesia. En cambio, debemos ser conscientes de que, en realidad, no hacemos nunca bastante por Dios."

"A vosotros, fieles laicos, os repito: ¡no tengáis miedo de vivir y testimoniar la fe en los diversos ambientes de la sociedad, en las múltiples situaciones de la existencia humana, sobre todo en las difíciles! La fe os da la fuerza de Dios para tener siempre confianza y valentía, para seguir adelante con nueva decisión."

"Cuando encontréis la oposición del mundo, escuchad las palabras del Apóstol: «No tengas miedo de dar la cara por nuestro Señor."

"La tentación del desánimo, de la resignación, afecta a quien es débil en la fe, a quien confunde el mal con el bien, a quien piensa que ante el mal, con frecuencia profundo, no hay nada que hacer. En cambio, quien está sólidamente fundado en la fe, quien tiene plena confianza en Dios y vive en la Iglesia, es capaz de llevar la fuerza extraordinaria del Evangelio."

"Con la fuerza de Dios todo es posible."

Benedicto XVI, domingo 3 de octubre