En una noche oscura,
con ansias en amores inflamada,
(¡oh dichosa ventura!)
salí sin ser notada,
estando ya mi casa sosegada.
Y es que, aunque cada uno nos referimos a noches distintas, está presente el mismo trasfondo. Por la noche, todo sosegado. Los problemas se quedan en "stand by" por unas horas, las obligaciones se relajan, el telefono calla... menos los pájaros. Sí, los pájaros cantan por la noche debajo de mi ventana. La primera noche

"¿Pero desde cuando hay mirlos aquí? ¿Cómo es que los mirlos se acercan tanto al perro que tenemos justo debajo de ese tejado? ¿Por qué el perro no ladra o los ataca? En fin, que el silencio se fue... ¿por qué no me molesta?"
Dejé el libro en la mesa, me arrodillé y tan sólo escuché. Es que no son más que pájaros... pájaros... criaturas de Dios que trinan, cantan,... Con su "voz" me llenan de alegría, de Dios. ¡Ójala fueramos como pájaros: que usáramos siempre nuestra voz para llevar a Cristo a los hombres y a los hombres a Cristo! Sin embargo, lo usamos para dañar muchas veces.
En aquel canto fue donde me habló Dios. Le dijo a su hijo que aquí, en la tierra, me podrían hacer daño pero que el siempre, siempre me trae alegría, usa su "voz" para que su hijo no se venga abajo, está siempre conmigo: me dijo que Él es como el mirlo. ¡Nos habla en la noche del alma!. Llega a las puertas del corazón, a las ventanas del alma, y llama, no para de llamarnos. Es el Canto de Cristo.
Este verano, privado de cierta libertad espiritual, de la misa diaria, de las charlas de espiritu... ¡no estoy privado de Dios! Quiso mi corazón cerrarle las puertas por un momento. "Mira, que estoy a la puerta y llamo." (Ap 3,20) Hermanos,
"Gustad y ved, qué bueno es el Señor". (Salmo 102)
Esta puerta está demasiado engrasada, la abro y la cierro con una facilidad tremenda. ¡Qué ganas de dejarle pasar de una vez y cerrarle para Él sólo esa parte de mi corazón!
Como habéis visto, la entrada anterior hablamos de unas monjas. ¡Esta es la sorpresa que os tenía! Carlos, un buen amigo, y yo hemos comenzado lo que llamamos "PROYECTO VOCACIONAL". Después de vivir nuestra experiencia vocacional no nos podemos callar esto y ansiamos que las almas con vocación se encuentren con su Amado. Por eso, nos hemos puesto en contacto con varios conventos y las monjas y monjes nos han escrito algo. Así, poco a poco, vamos a ir publicando estos escritos. Hemos encomendado esta obra a María, pedid por ella. Si alguno de vosotros conoce alguna comunidad santa o alguna persona con vocación, nos gustaría que se pusiera en contacto con:
carlmarit@hotmail.com
matsim100@hotmail.com
Dios quiera que muchas almas Lo encuentren. A María, Madre de mi Vocación y de muchas otras, os encomiendo.
¡Paz y Bien!
ResponderEliminarHermanito...
Una persona me pregunto ¿qué es lo que mas te gusta cuando estas en silencio en mitad de la naturaleza?mi respuesta y la de ella y por lo que veo la tuya son la misma,el cantar de los pájaros,yo quiero ser alondra y poner en Dios mi nido.
Con respecto al PROYECTO VOCACIONAL me parece genial la idea contad con mi oración y si necesitáis de mi ayuda no dudes en pedírmela.
Un abrazo.
Hola Francisco, es un gusto pasar a visitarte y poder leer tan excelentes entradas.
ResponderEliminarMuchas gracias por tu visita y comentario.
Un abrazo y buen fin de semana.
Excelente entrada hermano, la noche siempre es ddiferente pues se puede pensar con mas claridad y escuchar a Dios mas calmadamente.
ResponderEliminarSaludos y Bendiciones
Mirlos en la noche... qué ocurrente y divertido es nuestro Padre, todo con tal que no olvidemos que nos ama...
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