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"Vocación es un darse a Dios, con tal ansia, que hasta duelen las raíces del corazón al arrancarse" Beato "Lolo"







Me agradará enormemente compartir vuestras alegrías, pero mucho más lo hará el que podamos superar juntos las dificultades que se nos presenten en la que, sin duda, será la mayor aventura de nuestras vidas. Para ello podeis escribirme cada vez que lo deseeis a escalandolacima@gmail.com




jueves, 12 de abril de 2012

Una Pasión diferente III

Desde la entrevista, todo ha cambiado… Ya no podemos llegar a ningún sitio sin que nos reconozcan. En la Unidad de Oncología del Hospital Civil están estudiando a fondo la curación del cáncer de aquel hombre al que le dijimos que sólo su Fe podía sanarlo. Al parecer, él se lo ha dicho a todo el mundo… le ha hablado de lo que le ocurrió y estamos recibiendo llamadas y peticiones de todo el país, incluso de fuera…Todos piensan que tenemos algún remedio desconocido hasta ahora… es difícil hacerles ver que la solución la tienen ellos mismos en su interior, en su conciencia y en su corazón… creer sin reservas, tener la seguridad de que lo que se pide a Dios se obtendrá… hay tantos que dicen tener Fe pero fallan en la primera prueba… El lunes pasado estuvimos hablando de ello en una Asociación de familiares de enfermos de cáncer… Hubo varios médicos entre los asistentes que intentaron desacreditarnos argumentando que ninguna creencia, y menos la cristiana, podría sustituir a un tratamiento clínico. Que somos unos insensatos. Que no se puede dar a la gente falsas esperanzas… Cuando acabamos, uno de los cirujanos del hospital, convencido de lo que exponíamos, nos previno que el Colegio de Médicos estaba estudiando fórmulas legales para impedir que siguiéramos intentando darle ánimos a los enfermos. Eso no van a conseguirlo nunca. Hagan lo que hagan nosotros estaremos ahí, les transmitiremos nuestra confianza y les seguiremos animando a que pongan con Fe su curación en manos de Dios…

Al salir del hospital, una muchedumbre se había congregado entre las cámaras y micrófonos de numerosos medios de comunicación que se estaban interesando por unas curaciones de las que ya todo el mundo habla. Había enfermos, familiares…. Todos querían conocer la fórmula para vencer la enfermedad. Casi era imposible avanzar entre el gentío y cuando ya casi accedíamos a la verja exterior noté como alguien me sujetaba por la espalda. Al volverme encontré a una mujer de mediana edad. Me miró con una expresión de tranquilidad en su rostro y tan sólo dijo: “Yo sé que estoy curada”. No supe contestarle nada. La gente seguía empujando y aquella mujer acabó ocultada por la marea humana que se agolpaba sobre nosotros. Yo no le pude decir nada, pero sí que en mi interior supe que su Fe la había curado.



La noche cae, la ciudad toma una nueva vida… un grupo de jóvenes salen de un centro comercial cargados de bolsas con bebidas alcohólicas. Se dirigen a los aledaños del parque de la Ribera. El tráfico es intenso. Pantallas publicitarias que incitan al consumismo. 


 Teléfonos de última generación brillando en la noche y sirenas de policía que se acercan a un ritmo vertiginoso… Parece que un grupo de neonazis habían acorralado a un chico brasileño en una zona del parque donde se ejercía la prostitución masculina… La tensión iba en aumento, parte del grupo había volcado unos contenedores que impedían el paso al coche patrulla. Nosotros teníamos que atravesar por esa zona y sin pensarlo nos habíamos visto en medio de todo el altercado. En ese instante, uno de los jóvenes violentos pareció reconocernos…

-         ¡Hey! Vosotros sois los que no dejáis que los bancos echen a la gente a la calle…

De repente hubo un momento de respiro en la situación… el pobre chico estaba acorralado por un grupo de adolescentes, sí… eran casi todos adolescentes, con bates de béisbol, piedras y otros objetos contundentes. Le estaban insultando y de su frente salía sangre en una herida provocada por una piedra afilada que se encontraba junto a él en el suelo.

Nuestra llegada fue providencial. La agresión se detuvo por un momento y cuando ya me disponía a hacerles razonar, sonaron nuevamente las sirenas de la policía…

-         Tío, la poli... corred…

Tiraron al suelo las piedras que llevaban y mientras abandonaban el parque a toda prisa, uno de ellos todavía pudo exclamar… ¡Tú, chapero, como te volvamos a ver por aquí no la cuentas! ¡te tenemos que matar!

Me acerqué rápidamente al pobre chico… Estaba temblando y su corazón latía con fuerza. Intenté taponar con un pañuelo la herida de su frente y llegó mientras tanto la policía. En la emisora pedían una ambulancia y uno de los guardias comentaba con algunos del grupo: “Ha sido una suerte que hayáis llegado… estos chavales no saben el peligro que corren prostituyéndose en el parque, pero después de pasar la primera semana en el albergue necesitan comer y muchos ya no saben qué hacer para conseguir dinero”.

El chico seguía asustado. Yo intenté que se tranqulizase. Ya nadie lo perseguía. Llegó la ambulancia. Disimuladamente metí en el bolsillo de su sudadera el dinero que una señora nos había dado aquella misma tarde para nuestras necesidades… él lo necesitaba en esos momentos mucho más que nosotros. También le dejé nuestro número. Tiene que ser difícil encontrarte en un país extraño, sin apenas conocer su idioma, con unos sueños rotos, sin nadie a quien recurrir… Antes de irme le dije: “Oye, igual no me entiendes muy bien… a partir de ahora nos tienes a nosotros, no vuelvas más por aquí porque puede sucederte algo peor”.



La ambulancia encendió sus luces que se confundieron con las miles de luces de la noche. La emisora de la policía avisaba de un nuevo Código Z. Los jóvenes seguían sin encontrar su camino, ahogando sus inquietudes en el alcohol. La música sonaba en los deportivos aparcados junto al parque. Mañana, sin darse cuenta, sus vidas estarán un poco más defraudadas.




3 comentarios:

  1. ¡Feliz Pascua de Resurreccióm!
    No entiendo muy bien.
    Me podrías decir por favor, en unas tres lineas que es esta historia.
    SL2!!
    Gracias!!

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  2. Feliz Pascua, María del Rayo. Para entender esta historia debéis leer entre líneas. Son hechos imaginarios pero que suceden actualmente a nuestro alrededor. Hace 2000 años también sucedieron, supongo que alguno de vosotros se habrá dado cuenta de las similitudes. De todos modos, al final se explicará todo. Gracias por participar en el blog.

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  3. Tras leer las tres "entregas" que de forma tan generosa nos has presentado mi primera sorpresa fue el darme cuenta de lo costoso que me resulta el trasladar a situaciones actuales lo que podria ser diferentes relatos evangelicos. Las tentaciones de Jesus en el desierto, las bodas de Caná, la vocación de los primeros, la curación de enfermos...pero también actitudes: audacia, acción-reacción, apostolado, Fe, M¡sericordia, Caridad...

    Todo ello me ha hecho pensar: ¿Como es realmente mi meditación de la Palabra de Dios? ¿Qué propositos surgen de mi dialogo con Dios, mi Padre? ¿Realmente la contemplación diaria de las Escrituras me llevan a salir al mundo y dar una respuesta, con mi vida, a lo que me rodea? Porque he de confesar que me ha costado ver el trasfondo , a donde queria llegar el "narrador" y eso es porque no sé interpretar los signos de los tiempos. eso es porque leo los Evangelios como fabulas de Esopo.

    Para mi la clave para saber releer los relatos que Jose Manuel nos propne ha sido el momento del grupo violento en el parque contra el muchacho extranjero. Enseguida me ha venido a la mente la muerte reciente de Daniel Zamudio, 24 años, muerto de una paliza en Chile por ser gay por un grupo neonazi. Recorde que entonces pedi por su alma, por su familia por cuantos con su odio, como el que sufrio Jesús, hacen de este mundo un lugar mas gris. Y he ahi la luz, entonce he comenzado a releer y ver a Cristo que pasa. Y a ver como la Palabra de Dios sale al encuentro de nuestro vivir cotidiano haciendonos actuar como verdaderos hijos de Dios.

    Mi proposito de hoy: leer las Escrituras como una carta que me manda mi Padre cada día y no como algo que esta ahi desde siempre, dejarme sorprender por Dios.

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