Contacto

"Vocación es un darse a Dios, con tal ansia, que hasta duelen las raíces del corazón al arrancarse" Beato "Lolo"







Me agradará enormemente compartir vuestras alegrías, pero mucho más lo hará el que podamos superar juntos las dificultades que se nos presenten en la que, sin duda, será la mayor aventura de nuestras vidas. Para ello podeis escribirme cada vez que lo deseeis a escalandolacima@gmail.com




miércoles, 1 de septiembre de 2010

Esta cruz no es Cruz

¿Acaso, Señor mío, no soy yo indigno de tu Misericordia?
Pero, ¿no es verdad que Tú prometiste estar con nosotros hasta el fin del mundo?

Yo me acerco, Padre, y Tú parece que te escondes.
Mas no hay escondite para la Verdad.
Entonces, abrásame.
Pues si no te veo mis ojos tienen la culpa.
Tu luz me ciega.
Bendita ceguera.

¿Quién puede resistirse a Ti?
Tu me amas y eso me basta.
No te entienden, luego no te hallan.
Que el entendimiento del alma es bien distinto.

Hay quierenes dicen, bendito Amado,
que sigamos clavandonos en nuestra Cruz.
¿Es que no son tus clavos amorosos?
¿No se nos dará el ciento por uno?
¿No es tu yugo llevadero y tu carga ligera?
Mi corazón es tuyo.
¿No será, mi Rey, que esta cruz no es Cruz?
Este clavarme no es morir en Ti, es morir sin Ti.
Así, pues, esta cruz no es Cruz, sino muerte al Cielo.

Y supe, Señor, la falta de mi consuelo.
¿Cómo ibas a consolar en quien buscabas consuelo
y no te proporcionaba mas que duelo?
Bien sabes que sin Ti no puedo, que sin Ti me muero.
Tornarás esta muerte en vida, pues aún así eres consuelo.

Amado mío, gran Amado mío,
seré tu alivio pues Tú eres el mío.
Que tu Cruz sea mi cruz
y tu muerte mi vida.
Pues la cruz elegida no es tu Cruz para mí escogida.

3 comentarios:

  1. Bello, muy bello no puedo expresar mejor lo que me hace sentir al leerlo, ¿Quien es la fuente de tan bella verdad?...

    ResponderEliminar
  2. ¡Hola Francisco!
    Grandes dones tienes del Señor, bueno lo digo por lo que expresas en el poema.
    Dios te ama.
    Besos

    ResponderEliminar
  3. Hermanos, esto es uno de esos dardos amorosos que mi corazón lanza al cielo en ciertos momentos. En este caso, en momentos de angustia. Gracias por enseñarme, mas que nunca, la realidad de la palabra hermano. Os encomiendo a María.

    ResponderEliminar