Contacto

"Vocación es un darse a Dios, con tal ansia, que hasta duelen las raíces del corazón al arrancarse" Beato "Lolo"







Me agradará enormemente compartir vuestras alegrías, pero mucho más lo hará el que podamos superar juntos las dificultades que se nos presenten en la que, sin duda, será la mayor aventura de nuestras vidas. Para ello podeis escribirme cada vez que lo deseeis a escalandolacima@gmail.com




lunes, 21 de junio de 2010

¿Como el joven rico?

Es cierto lo que dicen de que el hombre es un animal de costumbre. Y depende de qué habito tengas, así te costarán más o menos las cosas. Dios conoce muy bien esto.

Hermanos, ¿qué puede ocurrir cuando el Señor te apremia y tu lo dejas en stad by? Empieza mostrandote poco a poco lo que te quiere, con acciones completamente divinas. Continua con hacerte sentir la Gracia. Sigue dandote revelaciones de qué es lo que pretende de ti. Y es aquí donde se prueban los corazones más valientes y que más lo aman.

Justamente, yo acabo de recorrer las tres etapas, como supongo que muchos de vosotros. Y estoy experimentando la sensación que me confirma, una vez más, lo mucho que le urge a Dios la obrita que nos ha encomendado. He de deciros que desde hace mucho tiempo tomé a Dios como un verdadero Padre, el único que pase lo que pase estará ahí. Así, acudo habitualmente a El para tomar fuerzas, para poder continuar adelante, contandole todo como un hijo pequeño hace con su padre.

Ahora, como bien sabéis, los estudiantes estamos "de exámenes". Dios me tenía acostumbrado a darme grandes consuelos especialmente en este tiempo, mandandome fuerzas que eran evidentes de donde provenían. Hasta el punto de llegar a estudiar varios exámenes en la cama de un hospital, y luego sacar bastante buena nota. Son estas cosas que surgen de la confianza en Dios pues cuando te ves impedido por algún motivo El es lo único que te queda.

Ahora, hermanos, me está ocurriendo lo contrario. Ya no es que eche en falta el consuelo de Dios (que por supuesto), es que me está quitando hasta las fuerzas físicas y mentales. Y lo curiosos es que no soy el único. Esto, hermanos, me está costando mucho. Los exámenes de este cuatrimestre me están costando hasta la salud. Bienvenida sea la enfermedad para poder alabar a Dios en ella. Siento mucha impotencia pues sé que puedo hacerlo, pero no en estas circunstancias.

Cuando impones tu voluntad a la de Dios, corres el riesgo de no saber valerte por ti mismo. Y hasta aquí puedo leer, como decían en aquel programa. Si os puedo decir una cosa: la carrera me la tomé como algo personal, no como una necesidad de este tiempo. Fue el mayor reto de todos. Ahora, me doy cuenta que el mayor reto es seguir a Dios. ¿No fue esto lo que le pasó al joven rico, que cuando había hecho todo y Jesús le pidió desprenderse de sí mismo, vaciarse de sus tesoros, lo que más amaba, y él se va triste?

Hermanos, ¿qué puedo hacer? ¿Qué hago cuando Dios suspira por mi alma por entero? ¿cómo decirle que se espere, al menos, un año más? No sé si podré aguantar sin su ayuda, y me temo que me ha dejado bien claro qué es lo que me pide. El otro día, a unas monjitas de clausura amigas les comentaba este problema: "somos de la opinión de que siempre se debe tener algo que te avale civilmente pero la locura que te pide quizá requiera de grandes sacrificios".

Ciertamente, hermanos, las grandes cosas requieren de grandes sacrificios. Dejar que mi corazón sea su casa por toda mi vida en la tierra requiere vaciarme todo mi yo, abandonando hasta el mismo concepto, para dejarle espacio a El. "Un corazón quebrantado y humillado tú no lo desprecias" (Sal 51, 19)

Cuando se nos rompen las costumbres tenemos dos opciones, acostumbrarnos a la voluntad de Dios o acostumbrarnos a luchar toda la vida. Hermanos, algunos estamos ahora en una etapa de lucha, esa lucha que siempre hemos evitado y tan fácilmente hemos buscado argumentos, una lucha que hasta da vergüenza haber llegado aquí. Mientras, a pesar de esta falta de fuerzas, este desfallecimiento que no me permite casi asimilar nada, me sigo encomendando a mi Padre pues en el "aprieto siempre me da anchura". ¡Qué infeliz se está cuando se va en contra del buen Dios! ¡Bien sabe El lo que me cuesta tener que olvidar todos mis planes y lanzarme! ¡Mi costumbre es aferrarme a lo seguro! Sigo esperando en el Señor. Seguid esperando en el Señor.

Como siempre, os encomiendo a la Virgen. Preguntadle a Ella qué quiere su Hijo de vosotros, que os lo dirá tarde o temprano.

8 comentarios:

  1. Sé como te sientes porque yo estoy experimentando algo demasiado parecido en estos momentos. Ya he visto que me enviaste un mensaje en la fraternidad de Hesiquia... Es curioso, sin haberlo visto antes, yo te había enviado a ti otro en tu post "Detallitos del cielo". Como te decía en él, me gustaría enviarte un correo comentándote algunas cosas... intenté enviarlo por aquí, pero era demasiado extenso como respuesta, así es que espero contar con una dirección de correo tuya o mira la mía en Hesiquia, de ese modo podemos seguir en contacto. En cualquier caso, cuenta con mis oraciones y mi apoyo. A veces, cuando de pequeño uno tenía algo de miedo a lo desconocido, a pesar de que sabías que nada de iba a pasar, siempre decías al que te proponía dar el paso adelante "Venga, va... pero vienes tú conmigo". No olvides nunca que en ese caminar, aunque vacilante, Jesús nunca nos deja, pero si necesitas además un brazo más humano, con sus tristezas y sus días buenos, con miedos como los tuyos... aquí tienes el mío. Como los apóstoles, como los discípulos de Emaús y hasta como la Guardia Civil si quieres, jejeje, cuando une un mismo fin y misión, de dos en dos se anda más fácil el camino.

    ResponderEliminar
  2. Hola Jose, me alegra mucho volver a poder "hablar" contigo jejeje. He intentado varias veces contestarte pero no he visto ningún e-mail tuyo. El mío es matsim100@hotmail.com

    Espero que sigas apoyandote tanto en Dios. Muchas gracias, hermano, por los ánimos y por prestarte a acompañarme. Como los discípulos, de dos en dos jejeje. Pues adelante, es completamente recíproco. Es cierto que muchas veces necesitamos compartir con alguien este Amor de Dios. Hasta que me puedas escribir, te encomiendo mucho a la Virgen ¡Ella sí que sabe!

    ResponderEliminar
  3. he estado leyendo tu blog, me ah llenado de aliento ver que somos muchos los que estamos Locos por Cristo, que el Amor de Dios tiene idioma universal. puedo saber como te sientes pues desde hace un tiempo yo siento lo mismo... pero el miedo a abandonarlo todo y deshacerme de todas "mis seguridades", me ronda. mas sin embargo La voluntad de Dios que es mucho mas fuerte que todo enciende en mi cada dia esa luz de seguirlo ... esa luz que nos dice "No teman, Confía en mi "

    ResponderEliminar
  4. ...locos por Cristo...es una hermosa frase, bendiciones hermano acabo de conocer tu blog y ya me encanta, me ayuda a darme cuenta de que no soy el unico y que cada dia somos mas los que quieren seguir al señor...saludos y bendiciones...

    ResponderEliminar
  5. Ey, hermanos. Me ha hecho mucha ilusión ver sus mensajes porque siempre que se ven personas con la misma edad e inquietudes sientes lo grande que es Dios. Espero poder conocerlos un poco más y, sobre todo, seguir compañandolos en este camino que tanto nos cuesta. Les encomiendo mucho a la Virgen.

    ResponderEliminar
  6. Solo quiero saludar y animar a seguir andelante con el blog... me gusta el trabajo que haces con el mismo.

    Bendiciones desde Monterrey Mx

    ResponderEliminar
  7. Siempre viene bien recibir ánimos pues este mundo ya nos lo pone demasiado dificil. Gracias hermanos, estamos unidos en la oración. No dejes nunca de seguir a Cristo, nunca. Te encomiendo a María, Reina y Madre de este blog.

    ResponderEliminar
  8. Hermano mío!!! Ver que la historia de todos es la historia de cada uno es bastante reconfortante. Te admiro por el valor que tienes de poder sacrificarte y continuar tus estudios. Yo no pude, al menos ahora. Es tanta mi "locura por Cristo" que abandono la universidad a dos años de terminar, y soy feliz con ello. Sé que algún día terminaré la carrera, Dios hará el camino. Mientras, continúa la marcha. Te amo en Cristo.

    ResponderEliminar