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"Vocación es un darse a Dios, con tal ansia, que hasta duelen las raíces del corazón al arrancarse" Beato "Lolo"







Me agradará enormemente compartir vuestras alegrías, pero mucho más lo hará el que podamos superar juntos las dificultades que se nos presenten en la que, sin duda, será la mayor aventura de nuestras vidas. Para ello podeis escribirme cada vez que lo deseeis a escalandolacima@gmail.com




martes, 23 de marzo de 2010

Cuando el pecado puede más

Poco tiempo ha pasado desde la última entrada y aunque estemos en Cuaresma - tiempo de silencio - necesito romperlo unos minutos.

Vivo en una calle en la que no hay más que pubs, restaurantes y lugares de marcha. El Señor ha querido colocarme en un sitio donde se ve una parte de la gran miseria de la humanidad de cerca. Anoche serían las 3 de la mañana cuando me despertaron unos sonidos que procedían de abajo. Asome la cabeza y vi cómo una pandilla de gente joven, de mi edad más o menos, estaban tocando la guitarra, cantando y cayéndose al suelo. Eran las 3 de la mañana de un domingo. Evidentemente, al margen del repentino malestar fisico, me paré a pensar por qué la gente hacía algo así, es decir, gente joven, con ganas de vivir, que están en plena forma para poder hacer miles de cosas gastan su tiempo haciendo eso... La sociedad en la que vivimos y formamos parte nos ha llevado a eso. No es que nunca haya habido gente así; es que la inmensa mayoria son así. Viven para la fiesta. Poner todas las ilusiones una semana sí y otra también en la fiesta creo que es síntoma de una falta de valores enorme.Hace falta gente que pida por ellos y por que esto cambie.

Pero hermanos, no fue más allá mi vanidad ni mi ego porque la Santísima Virgen (¡qué inmenso regalo nos ha hecho Dios con ella!) me mostró que no son SOLAMENTE ellos los que carecen de valores fundamentales ni son los únicos que se van vaciando poco a poco. Cuando se deja entrar al pecado en el alma, es difícil sacarlo, muy difícil. Hermanos, la Virgen nos quiere mucho, y le hacemos mucho daño. ¿Cómo se sintió nuestra Madre cuando este fin de semana pasado me he dejado llevar por el pecado? Y es que no sé que hacer. Justamente el viernes confesé que no sé cómo puedo no hacer nada para cambiarlo: el propósito de cambio es grande pero se ve que al diablo aún le dejo algún resquicio en mi corazón. Este pasado fin de semana he vuelto a dejarme llevar, pues pensaba, " de perdidos al río", "esta situación va a ir para largo pues por lo menos no te añades sacrifios, disfrutala al menos",... todo son mentiras que dejé que me calaran en su momento y que ahora desde lejos las veo claramente.

Para que me podáis entender debería contaros algo más. Mi familia es una familia humilde, de un pueblo humilde, sin grandes recursos económicos y no con gran salud. La cruz de mi casa es la salud de mi madre. No suficiente con tener que criarnos sola desde hace unos años a otro hermano y a mí, tiene una pésima salud que empeorá cada día. Se encuentra con un préstamo que pagar durante 11 años más, sin trabajo (pues el gobierno la despidió por su minusvalía), con un hijo estudiando fuera y con otro hijo en casa que no hace más que salir de fiesta. Ante esto hermanos, surge en mi corazón - y el diablo es de lo que se alimenta - de la gran duda: ¿será mi vocación por ahora mi familia? ¿querrá Cristo que me entregue a ella? Los estudios, aunque me van bien, no me llenan nada, me vacían, me entristecen, y los ofrezco como penitencia para salvar almas de pecadores. Además, aún me queda, si todo sigue bien, un año más por hacer aparte de este. Y luego a hacer el máster para poder dar clase. Con esto, suponiendo que pueda seguir costeándolo entre mi trabajo y la aportacion de las becas del gobierno, no tengo trabajo asegurado porque tengo que sacarme unas oposiciones.

Entre tanto, la salud de mi madre empeora, el préstamo alguien tiene que pagarlo, mi hermano no cambia de actitud...y yo voy cumpliendo años. La situación en esos momentos de debilidad puede llegar a superarme. Pero hermanos, ¡qué grandeza la de Dios dándome la oportunidad de valorar las cosas, de valorar el sacrificio y de ponerme en sus manos totalmente! Sólo confiando en El se solucionará la situación, es muy sencillo... sin duda hermanos, es mi terquedad por controlarlo todo lo que me lleva a esas situaciones de debilidad. Unicamente quiero ser todo de El, que me vaya moldeando...¿por qué no lo consigo? he ahí lo que tengo que cambiar: la confianza absoluta en El. No sábeis cuánto me está enseñando, por algo le llamamos Maestro. Mucho queda aún por pulir en mí. Y gracias a esos momentos soy cada vez un poquito más humilde y más quiero al Señor y a su Enorme Corazón Misericordioso... esto es vivir la Cuaresma.

Como siempre os encomiendo mucho a todos vosotros a la Santísima Virgen. Esta vez pedid un poco por mí, por favor. Un abrazo en Cristo Paciente.

2 comentarios:

  1. Querido Francisco;
    La Misericordia de Dios es Inmensa. Y a veces nos deja como un agujón clavado en la carne.
    Yo soy joven y me sorprende ver mis pares en esas condiciones que mencionas en esta entrada. Lo veo cada día y le doy gracias a Dios por llevarme por otros caminos, solo gracias a él.
    Respecto a lo otro que contas. "La vocación es de Dios" me dijo un sacerdote a quien considero un gran hombre de Dios. Eso implica que ÉL la da, la sostiene y la lleva por el rumbo que quiere.
    Siempre hay que ser fiel, y si somos infieles, que más se puede esperar de nosotros.....

    En comunión de oraciones, me uno a tus anhelos

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  2. Sigo encontrando similitudes en nuestras vocaciones, Francisco. Una madre enferma y una hermana sin trabajo y con dos niños. Para mí fue muy difícil responderLe a Dios; con un poco de descaro le dije: "Oye, está bien, si te empeñas está bien; pero una cosa, yo me encargo de lo tuyo y Tú te encargas de lo mío". Hasta ahora hemos formado un excelente equipo, sobre todo porque Èl me da lo que me pide, y sé que a ti también. Estás en mis oraciones.

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