Una Estrella sobre el Tesoro

Después de esta ausencia por enfermedad y estudios, retomo el hilo conductor de esta Cuaresma. DESCUBRIR EL TESORO QUE ES JESUCRISTO.

Si hablábamos, hermanos, de que la Iglesia es la encargada de gritar y señalar dónde está este Tesoro. Surge de manera natural al siguiente pregunta: ¿en quién se sostiene la Iglesia?

Puede ser la respuesta obvia: en Dios, su Señor y su Esposo. Evidentemente, sin la Gracia de Dios la Iglesia no es nada. Ha sido tanta la Gracia que Cristo muere por su Esposa. ¿Se reservó algo para Sí? NO.

Descubrir esto es básico para todo cristiano. Radica aquí la MATERNIDAD DE MARIA. Antes de morir, quiso Jesucristo desposeerse del todo, darse del todo. Habiendo perdido la vergüenza y la dignidad, sólo tenía un consuelo: su Madre, al pie de la Cruz. Se siente abandonado por Dios pero María continúa fiel, con Él. Y su último acto fue el de entregarnos a María por Madre. En el momento de mayor Misericordia se quedó sin nada para darnos TODO.

Por eso, hermanos, es en MARÍA en quien se sostiene la Iglesia. Esta iglesia cimentada en Cristo, es sostenida amorosamente por la Virgen. Pues, descubrir el Amor de Dios es descubrir el Amor de María. Nos basta pensar en lso grandes momentos, siempre presente. Nacimiento, Pasión, Resurrección y Pentecontés. Siempre María.

El Tesoro se nos dio por María y se nos sigue dando a través de Ella. A CRISTO POR MARÍA.

Así, hermanos, es María la que auxilia a la Iglesia en su misión. En Ella encuentra todo cristiano el ejemplo de persona más perfecta en el Amor a Dios. Es la imitación más cercana a la perfección de cualquier persona. Después de Cristo, la virtud de María.

Nuestro Tesoro, hermanos, puede ser señalado por la Iglesia porque la Madre brilla como un lucero sobre Él. Quiso Cristo que así fuera: se escondió dulcemente en la parcela de la vida pero puso a María sobre Él para que no nos perdiésemos en la búsqueda. De ahí, que la presencia de María sea fiel.

¿Qué nos dice la Santísima Virgen sobre la forma de llegar al Tesoro? Varios sacerdotes amigos me han ayudado a este respecto. Las siguientes tres entradas veremos lo que nos dice María. A Ella os encomiendo.