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"Vocación es un darse a Dios, con tal ansia, que hasta duelen las raíces del corazón al arrancarse" Beato "Lolo"







Me agradará enormemente compartir vuestras alegrías, pero mucho más lo hará el que podamos superar juntos las dificultades que se nos presenten en la que, sin duda, será la mayor aventura de nuestras vidas. Para ello podeis escribirme cada vez que lo deseeis a escalandolacima@gmail.com




lunes, 2 de agosto de 2010

"El Señor me invitaba a darlo a Él"

Hoy os dejo una entrada especial. Es de un buenísimo amigo y un siervo del Señor muy santo. Con mucha gratitud ha respondido a la petición que le hice de escribirnos algo sobre su vocación. Hermanos, ha querido Cristo que sea hoy, día de San Pedro Julián Eymard, fundador de la Congregación del Santísimo Sacramento, y día de Nuestra Señora de los Ángeles, cuando nos llegue este testimonio. Ójala nos sirva para tener mayor amor a la Eucaristía y a la Virgen. A ambos os encomiendo. Gracias Javier.

Querido Francisco:

Te agradezco mucho la invitación a este blog tan interesante. Todavía recuerdo el viaje en tren en que nos conocimos hace ya dos años y me sigo maravillando de los caminos de Dios, cómo Él mueve todo para nuestro bien.

¿Mi vocación? Por donde empezar…mi familia, tantas personas buenas… Los últimos años de bachillerato conocí un grupo juvenil católico en Cuenca (España) mi ciudad, y me encantó el ambiente sano y las actividades que hacíamos. Me ayudó un montón a cultivar en esta etapa tan importante la amistad con Cristo y fue así como de manera muy natural surgió la pregunta ¿qué querrá Dios de mí? Percibía cuántas cosas maravillosas había recibido de Dios (familia, amistades, etc) y pensaba que debería corresponder a tanta bondad. Llegó el momento de empezar la carrera y fue la primera vez que me planteé en serio el tema de la vocación. Fui a un retiro vocacional y sentí que Dios me quería para Él pero que quizás todavía no estaba preparado. Empecé la carrera de Exactas en Madrid y me propuse aumentar mi vida de oración para estar abierto a lo que Dios quisiera. En ese tiempo conocí a varios jóvenes laicos consagrados y me atrajo mucho ese camino: entregarme a Dios en medio del mundo y ser apóstol suyo para evangelizar nuestra sociedad desde dentro. El Señor me hacía ver con más claridad que me llamaba a seguirlo y decidí firmarle en blanco, dispuesto a dejarme guiar por Él. No fue fácil explicarlo en casa, a mis padres les costó mucho pues tenían muchas ilusiones en mi futuro profesional. Esto me ocasionó cierto conflicto, pero me ayudó mucho el consejo de un sacerdote, quien me hizo ver que debería ser muy paciente con ellos para hacerles ver que el bien que ellos quería para mí lo encontraría siguiendo la voluntad de Dios. Recuerdo que en una conversación con mis padres me vino una luz del Espíritu Santo y les dije que mi decisión de entregarme a Dios era sólo el resultado de la formación que ellos me habían dado y que les agradecía mucho todo lo que habían hecho por mí. Esa respuesta les cambió su planteamiento y poco a poco fueron entendiendo y aceptando mi vocación. Decidí consagrarme al Señor en el grupo Regnum Christi, de los Legionarios de Cristo y empezó así una etapa muy hermosa de mi vida. Terminé la carrera compaginando los estudios con la formación religiosa y el apostolado propios de la vida consagrada.

Terminando la carrera me invitaron a ir a México como consagrado seglar, y estuve allí varios años en la ciudad e México y en Guadalajara. Fue una experiencia maravillosa. Me impactó mucho la situación social de México (en realidad de toda América Latina), pero tanto como eso me impactó el sentido religioso profundo de la mayoría de las personas, tanto ricos como pobres. Fui varias veces de misiones, con gente muy sencilla y era impresionante ver la sinceridad con que vivían su fe, creo que los misioneros siempre recibimos más de lo que alcanzamos a darles. Trabajé mucho en el campo educativo, creo que la educación es lo mejor que se puede ofrecer para ayudar a mejorar. Los colegios dan muchas oportunidades para hacer una buena evangelización con los alumnos y con sus familias. Una vez hubo un accidente de carretera y murió un alumno. Dentro de lo doloroso que son estas situaciones, me impresionó el ambiente de fe y serenidad con que lo vivimos todos. Son eso momentos en que se aprecia cómo el Señor va actuando en las personas y les va ayudando a ver la vida con fe y confianza aún en las situaciones más dolorosas. Y también es
muy estimulante ver que uno puede ser instrumento de Dios, a pesar de las propias debilidades.

Después me invitaron a trabajar en Santiago de Chile. Al igual que en México encontré una vivencia de la fe bastante arraigada. Siempre he admirado mucho la labor que hicieron tantos misioneros, desde la primera evangelización de América. Como misionero seglar sentía que debía hacer lo que estuviera a mi alcance para dar seguimiento a esa evangelización. Trabajé en un proyecto que se llama Escuela de la fe, que consiste en preparar agentes de pastoral (profesores de religión, catequistas, etc), fue una experiencia estupenda. Fue ahí donde surgió en mí una inquietud. Estaba feliz como seglar consagrado, muy agradecido al Señor por tantas experiencias hermosas. Pero con frecuencia las personas con que trabajaba me decían que porqué no era sacerdote para poder administra los sacramentos. Lo llevé a la oración y lo hablé con mi director espiritual. Pensé que todo lo que hacía como seglar consagrado era muy valioso porque preparaba el camino para recibir mejor a Dios, pero que el Señor me invitaba ahora a darlo a Él, a ser ministro suyo para darlo a los demás por medio de los sacramentos. Me asustaba un poco porque llevaba muchos años de consagrado seglar, y empezar ahora la preparación al sacerdocio era un buen desafío. Pero me dio mucha paz pensar que, desde que me llamó el Señor es Él quien lleva la iniciativa en mi vida, y que Él me dará siempre la fuerza para cumplir su voluntad.

Entré al seminario a mis 46 años, y estos 4 años de preparación, a pesar de las dificultades normales, han sido maravillosos. El Señor siempre me ha acompañado y es tan grande el don del sacerdocio que toda la preparación que tengamos será poca. El pasado 19 de junio tuve la gracia de recibir el diaconado, ya como preparación para el sacerdocio. Uno de los momentos más impresionantes de la ceremonia es cuando nos postramos en el suelo mientras se cantan las letanías de todos los santos. Uno experimenta ahí la propia debilidad ante el don tan grande y por eso sólo puede decir sí poniéndola confianza en la gracia de Dios y en la intercesión de María y de los santos.

Para terminar, destacaría algunas virtudes que siempre me han atraído de manera especial. En primer lugar, la caridad que es el resumen del Evangelio. He recibido muchos ejemplos de la gama de virtudes que acompaña a la verdadera caridad, como nos dice san Pablo en I Cor 13: la caridad es paciente, es benigna,… Como decía el Papa Juan Pablo II, la caridad hace creíble nuestra fe. La humildad, que es la puerta de todas las virtudes. Y el amor a la Cruz de Cristo, pues Él nos ha enseñado que el sufrimiento tiene un valor redentor. Le pido mucho al Señor que me conceda seguirlo fielmente y tener un corazón sacerdotal como el suyo.

Javier Mariana, L.C.

5 comentarios:

  1. Gracias Francisco por el testimonio de tu amigo Javier, da aliento ¿verdad amigo?No sabía que tuvieses una hermana con blog y mira por donde, le comparto mi premio tan sólo por lo ha hecho en su blog. Un gran trabajo.
    Por si no tengo tiempo de visitar a tu hermana, dale también mi ternura.
    Sor.cecilia

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  2. ¡Paz y Bien!
    Hermanito,es genial esto que estas haciendo...cuando las fuerzas flaquean es bueno saber que hay gente que aun pasándolo "peor" que tú sigue...
    Un abrazo.

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  3. Hola francisco, te felicito por el blog. es bueno en estos tiempos que los jóvenes manifestemos nuestras inquietudes religiosas.
    Un saludo.

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  4. Hola Francisco, qué hermoso testimonio de vida y vocacional. Muchas gracias por compartirlo. Y a ti te digo ánimo y fuerza con tu vocación y tus estudios, que ya falta menos, y cuando uno se va acercando a la meta, pareciera hacerse todo mas dificultoso, yo estoy en las mismas, te lo digo por experiencia. Pero cuando el Señor un buen día tocó a la puerta de nuestro corazón, no dejará de insistir hasta que le abramos definitivamente, me lo dijo una amiga muy querida, que hoy está ya viviendo en un Carmelo. Sigue adelante! Y oremos mutuamente. Un abrazo en el Señor

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  5. El premio denominado RECONOCIMIENTO DE VALORES exalta los valores de algunos blogs que en todo momento y a través de sus entradas EXALTAN la constancia, el trabajo, la unión, la amistad, el crecimiento, el aprendizaje, entre otros valores fundamentales en este mundo bloguero. Las bases consisten en anunciar quien te otorgo el premio y luego transferirlo a otros blogs amigos. En este caso, lo recibí de, Sor Cecilia del blog «Estoy A Tu Lado» le agradezco me haya honrado con este premio.

    Fuiste Premiado
    http://sedconsolacion.blogspot.com/2010/08/reconocimiento-de-valores-2010.html

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