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"Vocación es un darse a Dios, con tal ansia, que hasta duelen las raíces del corazón al arrancarse" Beato "Lolo"







Me agradará enormemente compartir vuestras alegrías, pero mucho más lo hará el que podamos superar juntos las dificultades que se nos presenten en la que, sin duda, será la mayor aventura de nuestras vidas. Para ello podeis escribirme cada vez que lo deseeis a escalandolacima@gmail.com




domingo, 11 de noviembre de 2012

Cómo descubrir la vocación (III)



Para finalizar la serie de pots dedicados a cómo descubrir la vocación, he querido dejar los dos últimos pasos que serán, sin duda, los definitivos a la hora de dar ese importante paso adelante. Llega por tanto el momento de la Acción.

“Jesús los llamó. Inmediatamente dejaron la barca y a su padre y lo siguieron”. Mt 4, 21-22

Una vez tomada la decisión no te dejes vencer por el miedo. Vendrán momentos difíciles y parecerá como si todo se volviese tremendamente complicado para materializar nuestro compromiso de seguir al Señor. Sin embargo, una vez llevados a cabo todos los pasos descritos en las entradas anteriores y con la certeza de querer entregarnos al servicio de Dios y de nuestros hermanos, debes poner todos los medios que estén a tu alcance para realizar lo que has decidido.

Es cierto que con tu decisión comprometerás todos los momentos posteriores, pero también lo es que la apuesta no sólo merece la pena, realmente merece la vida. A partir de entonces tan sólo debes buscar la manera de ser en cada momento fiel, porque la única forma de realizar el proyecto de Dios es la fidelidad de cada día, el compromiso de quien de manera voluntaria ha decidido dejarlo todo para seguirlo a El. Vive en coherencia con lo que has decidido, la ilusión que comenzarás a sentir hará que cada paso que des te acerque cada día un  poco más a la meta.

¿Y cuando venga la dificultad? ¡Perseverar! El camino que emprenderás es difícil; más de lo que ahora crees. Prepárate para la lucha; deberás enfrentar problemas y superar obstáculos. Jesús te dice: “El que quiera venir en pos de mí, que se niegue a sí mismo, que cargue cada día con su cruz y me siga” (Lc 9, 23).

El sendero es arduo, pero María te acompaña y el Espíritu Santo te fortalece para que puedas recorrerlo. Además, no se trata de cargar hoy la cruz de toda la vida, sino sólo la de hoy; y así cada día. Al dar este paso podrás decir, como Pedro: “Nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido” (Mc 10, 28).


El último paso es en realidad un recurso con el que poder contar en todos los momentos anteriores. Se trata de la Dirección Espiritual. Es posible que muchos de vosotros me digáis que no es algo tan fácil, que no se encuentran sacerdotes “disponibles” cuando uno lo requiere. Que unos están muy ocupados con las múltiples ocupaciones de la parroquia o con las que, en ocasiones, ellos mismos se han buscado para ocupar su tiempo sin prestar atención al fomento de las vocaciones… en muchas ocasiones, ni siquiera al confesionario… Pero es muy importante intentar encontrar un buen director espiritual que nos ayude a orar y a percibir los signos de la voluntad de Dios. Él te podrá indicar dónde obtener la información que precises y te ayudará a reflexionar En el momento de la decisión se alejará de ti para que tú, frente a Jesús, libremente respondas a su llamada. Su oración y sacrificio por ti te alcanzarán del Espíritu Santo la luz para descubrir tu vocación y la fuerza para seguirla.

Si bien es cierto que la vocación es una llamada de Dios que nadie puede escuchar por ti ni responder a ella en tu lugar, también es cierto que necesitas de alguien que te acompañe en tu discernimiento vocacional.
Es fácil hacerse ilusiones: podrías creer que es una llamada de Dios lo que tal vez sea tan sólo un deseo tuyo, o bien podrías pensar que no tienes vocación cuando en realidad Dios te está llamando. Dialoga con tu director espiritual para clarificar la autenticidad de tu vocación.

Jesucristo, después de habérsele aparecido a Pablo en el camino de Damasco, le dijo que fuera con Ananías y que éste le indicaría cuál era la voluntad de Dios. Aunque Cristo hubiera podido decirle a Pablo lo que quería de él, quiso valerse de Ananías para hacerle descubrir su vocación (cf Hch 22, 10-15).

En el discernimiento del proyecto de Dios sobre ti no puedes prescindir de la mediación de la Iglesia.

Descubrir tu vocación no es fácil, pero tampoco es imposible si con sinceridad te pones a buscar la voluntad de Dios y realizas los pasos sugeridos en los tres pots que ha conformado esta serie.

De muchas maneras Dios te está revelando la manera como quiere que colabores en la instauración de su reino. El es el más interesado en que tú descubras y realices tu vocación. Por eso haz oración, dialoga con tu director espiritual, percibe, infórmate, reflexiona, decídete y actúa. Cuentas con la ayuda del Señor, aunque a veces creas que no te escucha, y, por supuesto, cuentas también conmigo. No tengas miedo a escribirme, mi ayuda la tendrás en todo lo que pueda… Mi oración la tienes ya de antemano.

6 comentarios:

  1. Terminada la trilogía que el Administrador nos ha brindado con sus pasos para discernir la vocación, pienso que poco se puede añadir.
    Me ha resultado muy curioso el plantear siete pasos en ese itinerario interior hasta llegar a conocer lo que Dios quiere de cada uno de nosotros. Pero no olvidemos, hermanos míos, que nadie le puede poner puestas al campo y menos a Dios. Nunca podemos bajar la guardia ni dar nuestra entrega por concluida porque el señor nos puede pedir lo que sea en el momento que mas situados nos sentíamos.
    La vida tiene sentido en la medida en que se está en comunión y en dialogo con Dios y se vive conforme al proyecto divino personal. Esto no es fácil, por eso es tan necesaria la docilidad de espíritu que nos permitirá sentir esas señales que Dios nos va lanzando. De ahí la importancia de una vida de oración donde ponemos nuestra vida en sus manos: Domine ut videam, Señor que vea…nuestra suplica debe ir encauzada a creer que lo que Dios nos pide es lo mejor para nosotros a un a costa de las renuncias y sacrificios que conlleva. Mira, sientas que el Señor te pida, lo que te pida quizá no puedas dar el SI en el momento pero por lo menos no les des el NO, meditalo, busca el modo de traducir en obras lo que tu corazón siente en ese momento, lo que el alma inquieta esta buscando: un carisma, un modo de darse a Dios…ya para eso es fundamental la dirección espiritual que no debemos confundir con la confesión frecuente. Van muy unidas pero no es lo mismo. Ni siquiera el director espiritual y el confesor deben ser la misma persona. No olvidemos que director espiritual puede ser también una religiosa, un religioso, o un seglar bien formado. Ese mis acompañamiento nos llevara a esa finura de espíritu que hará fructíferas nuestras confesiones. Incluso la “obligación” de testimoniar al Cristo entre nuestros hermanos desde nuestro estado puede servir de medio para que otro descubra su vocación. Recuerdo un texto de un libro de homilías que me ayudo mucho cuando discernía lo que Dios me pedía:
    “Un día —no quiero generalizar, abre tu corazón al Señor y cuéntale tu historia—, quizá un amigo, un cristiano corriente igual a ti, te descubrió un panorama profundo y nuevo, siendo al mismo tiempo viejo como el Evangelio. Te sugirió la posibilidad de empeñarte seriamente en seguir a Cristo, en ser apóstol de apóstoles. Tal vez perdiste entonces la tranquilidad y no la recuperaste, convertida en paz, hasta que libremente, porque te dio la gana —que es la razón más sobrenatural—, respondiste que sí a Dios. Y vino la alegría, recia, constante, que sólo desaparece cuando te apartas de El.”

    Y es que hay un problema: que Dios cuando llama arrasa. Podrás irte en dirección contraria como Jonás que al final sentirás la pena de no haber respondido a esa llamada. Y es que la vocación da sentido aun a lo más pequeño. La vida entera se ve afectada por los planes del Señor sobre cada uno de nosotros. El descubrimiento de la vocación personal es el momento más importante de toda la existencia. Hace que todo cambie sin cambiar nada.
    Ya sea como religioso en cualquiera de los carismas que la inagotable imaginación de Dios ha brindado a su Iglesia, ya sea como sacerdote, ya sea en la vida matrimonial Dios nos pide lealtad a la palabra dada en el momento de acoger ese estado, fidelidad que no es otra cosa que santidad. Lo mas importante es nuestro dialogo existencial con Dios, nuestra respuesta constante a Dios con la oración y las obras.
    Concluyo con una oración que espero os acompañe y ayude tanto como a mí:
    Hágase tu Voluntad, ahora, sobre todo ahora, ya que no tengo más apoyo que la certeza de que Tú, Señor, estás a mi lado.

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  2. Avanzamos por tantos caminos diferentes que nos llevan al mismo sitio... es difícil decir a nadie lo que es la vocación como difícil es explicar lo que se siente cuando te enamoras de otra persona. Igual los que te rodean no te entienden y te aseguran que te estás equivocando, pero tú, en el fondo, sabes que haces lo que tenías que hacer, que hay una fuerza interior que te empuja a seguir adelante aunque al principio se tenga miedo. Nada que añadir, Javier, a tus palabras... hablas desde una experiencia que yo no alcanzo y, como siempre, valoro enormemente tus aportaciones que mas allá de una simple respuesta a esta entrada son el complemento perfecto para quien en estas páginas busque como dar la respuesta a Cristo. Un abrazo y gracias por tus palabras.

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  3. Madre mía, cuanto se aprende en este tu blog, quedo perplejo y me voy repleto de ideas, fue muy gratificante pasar por tu blog, desde Jaén un abrazo y un muy feliz Adviento

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    1. Muchísimas gracias por tus palabras, Miguel. No quiero pecar de falsa modestia y decirte que no era necesario el que las hubieras escrito... la verdad es que sí, anima (y mucho) el que haya personas que consideren útil esta labor y el que lo que se plantea pueda servir para algo al que, finalmente, acaba leyéndolo. Nuevamente mi consideración por tu mensaje y, junto con mi abrazo, enviarte también el deseo que tanto para ti como para los tuyos este Adviento no sea sino un preludio del verdadero Nacimiento de Cristo en vuestro corazón.

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  4. "El pesebre es donde los animales encuentran su alimento. Sin embargo, ahora yace en el pesebre quien se ha indicado así mismo como el verdadero pan bajado del cielo, como el verdadero alimento que el hombre necesita para ser persona humana". BXVI

    Paso a desearte que tengas una muy feliz Navidad llena de fe y esperanza, te mando un abrazo desde mi querida ciudad de las montañas Monterrey en NL México.

    Con inmeso afecto, Tu Amigo Daniel Espinoza

    ¡Consuela a mi Pueblo! Blog
    www.consuelaamipueblo.org

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  5. Estoy totalmente a favor de todos los comentarios,cuando el señor te esta llamando eso se sabe desde el corazon ,es una fuerza que te envuelve y ya no eres tu es Jesus que vive en ti.Dios me esta llamando...Maria ,la paz hermano.

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