Contacto

"Vocación es un darse a Dios, con tal ansia, que hasta duelen las raíces del corazón al arrancarse" Beato "Lolo"







Me agradará enormemente compartir vuestras alegrías, pero mucho más lo hará el que podamos superar juntos las dificultades que se nos presenten en la que, sin duda, será la mayor aventura de nuestras vidas. Para ello podeis escribirme cada vez que lo deseeis a escalandolacima@gmail.com




domingo, 2 de septiembre de 2012

Tiempo de cambios

Este verano se cumplió un año desde que me hice cargo de este blog. Desde entonces han sido muchas las experiencias compartidas, los correos recibidos y enviados, las ilusiones... ha habido nuevas personas que entraron en mi vida y otras que se marcharon sin ni siquiera decir adios. He tenido la suerte de alegrarme con el inicio de nuevas vocaciones y he podido conocer de cerca el sufrimiento de quienes se sentían perdidos, con miedo a perder su Fe. Me han pedido consejos que no sé si habré sabido dar adecuadamente y he pedido continuamente al Señor que me ayudara a hacer el bien a través de esta página, a saber escuchar y no a que me escucharan a mí, a permanecer firme a pesar de las dificultades y a no ceder en la prueba del desánimo cuando piensas que de poco pueden valer unas pobres palabras que no son las de ningún teólogo, ni de ningún consagrado, ni siquiera las de un buen cristiano... porque quien ahora os escribe ha fallado muchas veces...

En este tiempo, con casi 50.000 accesos al blog, de los cuales más de 26.000 han sido visitas nuevas, han aparecido personas que de forma providencial me han animado cuando me encontraba más triste. Ellas quizá no lo sepan pero sus correos llegaron en momentos cruciales. Ha habido quien me ha ofrecido su ayuda desinteresada colaborando con entradas para la páginas y otros que han dejado sus mensajes... éstos, aunque parezcan poca cosa, han tenido para mí mucha importancia, pues significaba que todo el esfuerzo servía para algo, que el Señor no te enviaba a trabajar en una viña en la que no habría fruto. A vosotros, todos sabéis muy bien quienes sois, no sé realmente cómo daros las gracias, a todos los demás, aunque pudiera parecer una frase hecha, os tengo presentes en mis oraciones...

Pero llega el momento del cambio. Todo en la vida debe cambiar en algún momento. Un cambio meditado, fruto de la experiencia acumulada a lo largo de este tiempo, y que ya hace unos meses avisé. A partir de ahora se irán introduciendo algunas novedades y dentro de que no soy demasiado ducho en diseños web, también irán cambiando algunos aspectos exteriores de la página. Espero durante este proceso contar con vuestras opiniones y sugerencias, a la vez que confío poder hacer de esta página un espacio abierto, donde tengan cabida todas vuestras inquietudes, como si fuera vuestro propio blog, donde entre todos podamos conseguir ser la ayuda que, a veces, muchos, sin saber a dónde ir, buscan a través de la red.


Es curioso que en todo este tiempo no se haya puesto en contacto ningún sacerdote brindando su colaboración. Puede ser que no conozcan la página o que, simplemente, hayan pensado que es un blog personal y que en nada deben inmiscuirse. Sin embargo, espero que a partir de ahora lo haga alguno para que pudiera ser el contacto que, en ocasiones, piden los que han enviado sus mensajes al correo que sigue abierto a todos vosotros.

No quisiera terminar estas líneas sin antes explicar el que quizá sea el cambio más llamativo. Como habréis observado, el encabezamiento de la página no dice ya "Diario de un joven con vocación religiosa", sino que se ha resumido a "Diario de una vocación"... y no es casual. Es cierto que yo soy joven todavía, pero no un veinteañero, y puedo decir que la vocación religiosa puede surgir en cualquier momento de la vida de las personas. Sencillamente, el Señor llama cuando quiere... Nos esforzamos demasiado en relacionar vocación con juventud y quizá caemos en el error de olvidarnos de todos aquellos que tienen una edad y, aunque es algo que sigo sin comprender, resultan incluso "demasiado mayores" para determinadas congregaciones... (será que su carisma es la lucha contra el agné juvenil, jejeje). Bromas aparte, lo cierto es que la vocación no tiene porqué tener edad y por ello he suprimido la palabra "joven". En cuanto a lo de "religiosa", también me he dado cuenta en este periodo que primero deberíamos tener vocación de cristianos, más tarde vendrían los calificativos... porque, aunque resulte incongruente, quizá encontramos personas que se sienten muy religiosas pero que su vida no es nada cristiana... podría recordarnos eso al Evangelio de este domingo y a las profecías de Isaías: "Este pueblo de labios me honra pero su corazón está lejos de mí..." No me gustaría que nos perdíesemos en los preceptos humanos y nos olvidásemos de lo esencial que fue lo que recriminó Jesús a los fariseos. Por ese motivo he pensado que sería mejor dejarlo simplemente en "vocación" y que cada cual vaya añadiendo lo que mejor pudiera aplicársele: "vocación sacerdotal" "vocación contemplativa" "vocación matrimonial" "vocación de cristiano en el trabajo" "vocación religiosa de vida activa"... todas deben tener cabida en esta página y, por supuesto, todas son importantes para el Señor porque muchos son los caminos que nos ofrece para llegar a Él.

Como hasta ahora, espero contar con vosotros, con vuestras visitas y con vuestra participación si así lo queréis. Sirva el vídeo que a continuación os dejo como deseo de ser firme en este nuevo comienzo. Un abrazo fuerte a tod@s.


4 comentarios:

  1. Pues muchas felicidades.
    El Espíritu Divino siempre inspira grandes cosas.
    Unidos en oración.
    DTB!!

    ResponderEliminar
  2. Que el Señor te acompañe en esta nueva empresa, y todo lo que hagas/hagamos provenga de Èl.

    ResponderEliminar
  3. Muchas gracias por vuestros buenos deseos. María del Rayo... ¿cómo podría pagar tu fidelidad a este blog? Si tuviera alguna promoción comercial, seguro que las habrías ganado todas :). Irene, fuiste la primera persona en ponerse en contacto conmigo al comenzar esta andadura... al final, en todos los caminos difíciles hay santas mujeres. Le pido al Señor por vosotras.

    ResponderEliminar
  4. Los cambios simpre son buenos. En ocasiones nos dan miedo porque el ser humano se aferra a seguridades que nada tienes que ver con el espíritu cristiano. El ampliar el blog a la vocación cristiana es volver la mirada al sentido mismo de nuestro bautismo, a la llamada universal a la santidad. Entender que Dios nos llama a seguirle en el estado que El sabe que es el mejor para cada uno. Solo se da fruto donde Dios nos siembra. Y es que la vocación da sentido aun a lo más pequeño. La vida entera se ve afectada por lo planes del señor sobre cada uno de nosotros. El descubrimiento de la vocaión personal es el momento más importante de toda existencia. Hace que todo cambie sin cambiar nada.
    Yo me apunto a estos cambios. Con el Espíritu Santo no hay quien pueda.

    ResponderEliminar