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"Vocación es un darse a Dios, con tal ansia, que hasta duelen las raíces del corazón al arrancarse" Beato "Lolo"







Me agradará enormemente compartir vuestras alegrías, pero mucho más lo hará el que podamos superar juntos las dificultades que se nos presenten en la que, sin duda, será la mayor aventura de nuestras vidas. Para ello podeis escribirme cada vez que lo deseeis a escalandolacima@gmail.com




lunes, 18 de junio de 2012

El Amor de Dios

Han pasado ya varias semanas desde que escribí la última entrada y, a pesar de ello, he podido observar como habéis seguido entrando en el blog sin reprochar nada. Gracias por vuestra comprensión y aceptad mis disculpas por este tiempo de silencio. He pensado que quizá sería la mejor ocasión para hablar sobre el Amor, ese Amor con mayúscula que es el que Dios nos tiene y es también el que deberíamos manifestar todos nosotros incluso cuando las circusntancias que nos rodeasen fuesen adversas.

Recuerdo cuando en un post anterior hablaba de la confianza en Dios y es esa confianza la que debemos tener para la solución de cualquier problema, porque a través de ella accedemos al amor de Dios y éste es una fuerza armonizadora lo suficientemente poderosa como para solucionar cualquier situación por difícil o imposible que nos parezca. Precisamente, cuando las cosas a nuestro alrededor nos perturban, dirijámonos a Dios y al amor divino. Como Dios es parte de toda la creación, Él habita no sólo en nosotros sino también en nuestro medio ambiente, en nuestros alrededores y en las circunstancias de nuestras vidas.Cuando tenemos el conocimiento y la comprensión del amor de Dios en nosotros y a nuestro alrededor, nuestro ambiente cambia. Nos vemos y vemos nuestro mundo por medio de ojos espirituales, ya no viendo desorden ni falta de armonía, sino reconociendo la paz y el amor divinos en las mentes y los corazones de todos. Y expresamos amor divino, cambiando nuestro mundo de lo que parece ser un mundo sin armonía, con duda y temor, a un mundo de fe, amor, felicidad y satisfacción.

Qué bien suena todo eso, ¿verdad?. Sin embargo, qué difícil parece conseguir dicho propósito. Las personas ansiamos vivir en paz, eso es algo que cualquiera afirmaría, pero la realidad nos aleja de la felicidad que anhelamos. Parece como si hubiera una predisposición a que las cosas no nos salgan como pretendemos y la frustración anide en nuestras vidas. En el fondo nos falta más amor hacia nuestros semejantes y hacia nosotros mismos. Es curioso como cada vez que hay una noticia negativa se cunde como un reguero de pólvora mientras que si se trata de algo feliz para alguien queda como en un segundo plano y surge antes la envidia que el amor. No somos capaces de reconocer el bien de los demás como algo propio, de alegrarnos con ello y de luchar con ahínco para que lo consigan sin esperar nosotros nada a cambio.

Si establecemos como modelo de Amor, el que nos profesa Dios, debemos saber que debe ser compasivo, pero a la vez positivo y fuerte. No debe resistir la rivalidad ni la contienda, sino disolverlas y transformar el resentimiento y la insatisfacción por aprecio, reemplazando la crítica con la alabanza.

El amor de Dios mantendrá nuestros corazones serenos para que podamos enfocar la atención en la armonía y felicidad que deseamos. Si dejamos que se exprese a través de nosotros bendecirá a cuantas personas nos rodean, proporcionándonos, a su vez, múltiples bendiciones. Debemos darnos cuenta que somos una expresión perfecta del amor de Dios y que a medida que nos alineamos más con su Amor, nuestra vida será un cántico de felicidad. Nuestros contactos con los demás serán gozosos y armoniosos. Cualquier cosa que hagamos se llevará a cabo con facilidad y éxito, y las decisiones que tomemos se harán con sabiduría porque el amor de Dios abrirá nuestro entendimiento para recibir como decía el profeta Isaías

“Espíritu de sabiduría y de inteligencia,
 espíritu de consejo y de poder,
 espíritu de conocimiento.”
—Isaías 11:2

A veces me pregunto cómo es que teniéndolo tan fácil no lo ponemos en práctica. Es más, la mayoría de las ocasiones ni siquiera lo intentamos. Dejamos que la desesperanza nos invada y con frecuencia le ponemos tiempos humanos a los tiempos de Dios. Queremos resultados a capricho y, aunque decimos tener Fe, las dudas no acaban de desaparecer de nuestro corazón. Si buscamos la armonía plena, ese encuentro con el Señor en el día a día como anticipo de la vida eterna, no tenemos más que poner como guía de nuestras vidas el Amor... pero no seré yo quien lo defina porque ya lo hizo San Pablo cuando indicaba a los Corintios que  “El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia; el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, sino que se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta".

Ojalá un día nos demos verdadera cuenta de ello. Ojalá estas pobres líneas sirviesen como meditación para dar inicio a ese cambio en nuestras vidas. Si lo hacemos, si empezamos por nosotros mismos, si nuestra vocación no es egoísta sino que la vemos como un abandono de una vida anterior para bien de los demás, es seguro que este mundo angustiado, lleno de problemas, también comenzará a cambiar.

1 comentario:

  1. Vivimos el tiempo de lo inmediato, de las redes sociales. De poder comunicarnos por whatsapp, de saber el estado del otro por facebook sin mediar palabra con esa persona...Vivimos un ritmo de vida que hace que perdamos el ritmo de Dios. Y olvidando a Dios olvidamos al otro y, amigos mios, nos quedamos solos. Podremos tener miles de agregados y nadie con quien tomar una caña. Solo hay un problema: que el ser humano ha sido p¡creado para dar gloria a Dios y amar al projimo. Cuantas veces hemos oido que es un ser sociable por naturaleza y sin embargo nos extraña ver sonreir a alguien por la calle. Hemos olvidado lo fundamental, hemos olvidado el sentarnos un rato al dia y volvernos a nuestro interior, el sabernos templos y que en nuestra alma en gracia habita la Trinidad, hemos olvidado esos dialogos y de ellos deben salir esos propositos para crecer en su amor cada día. Importantes esos minutillos del día para leer la Biblia, fundamental esas industrias humanas para mantener la presencia de dios durante el día, por la calle. No podemos racanerle amor a quien es el Amor ¿Y sabes qué) Nada nos hace más vulnerables que la soledad, a excepción de la avaricia. Si fueramos sinceros con nosotos mismos descubririamos que la gratitud que le debemos a Dios tiene una vida muy corta y que poco a poco caemos en el silencio y el silencio en sí mismo es enemigo de la amistad. A lo que os queramos dar cuenta Dios ya no pinta nada en nuestras vidas, todo lo hemos conseguido por nosotros mismos: YO, YO, y YO.

    Sta. Teresa de Jesús decia: "Si en medio de las adversidades persevera el corazón con serenidad, con gozo y con paz, esto es amor" Serenidad, gozo, paz...pocos te ofrecen lo mismo en esta vida.

    "porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos es dado" (Rom 5,5)

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