Hermanos. Me gustaría medir el tiempo desde que comulgo hasta que vuelvo a comulgar. Creo que así se haría científicamente patente la falta que me hace Dios pues casi se nos harían cortas estan unidades de tiempo. Si fueramos conscientes de donde está Dios, no lo dejaríamos escapar. Pero es cierto que las palabras son arma de doble filo: te ayudan a comunicar pero dificultan el entendimiento de la esencia.
Esto es, poco más o menos, lo que he vivido hoy: un día lleno de palabras que no conseguían expresar la raíz honda. Y es que más vale un silencio, un ejemplo y un vistazo, que mil palabras a tiempo.
Como el cumpleaños de mi compañera y el mío coinciden, hemos decidido "celebrarlo" juntos. Así, hoy nos ha visitado su prometido. Durante la comida, los tres, hemos hablado de muchas cosas (no somos chicos de mucha tele, es lo que tiene criarse como hermanos) más o menos interesantes. Cuando hemos acabado, he empezado a recoger y llevaba en la mente decirles que el regalo que Cristo me quería hacer de "cumple" era instalarse en mi corazón a partir del viernes. No sabía como sacar el tema. En ese silencio, mientras recogía los platos de todos, he visto que el Señor estaba en ellos, es decir, que mejor que hablar del tema, era mostrarles QUÉ tengo dentro. Los he mirado como nunca, tanto con el alma como con los ojos físicos. Y han debido notar algo, pues me han sonreido como nunca. He sentido, por primera vez, lo feliz que eres sirviendo a Dios en los demás.
Desde fuera, muchas personas pueden pensar que esta situación en la que vivo en el piso, es poco ortodoxa, extraña y muy peligrosa. Si bien es cierto esto, también es cierto que se puede vivir desde Cristo y para Cristo a través de María. Os digo esto, hermanos, porque desde que pusimos el pie en esta casa, todo lo pusimos en manos de la Virgen. Colocamos una estampita de la Inmaculada en la puerta principal, bendecimos la comida y, muy importante, dedicamos un rato al día para charlar de temas espirituales. Es que Jesús, aunque parezca mentira, también se hace presente en situaciones como esta. A veces, vivir la vida cotidiana con ejemplo cristiano habla más que todas las excusas del mundo.
Justo andaba meditando este tema, cuando en misa Dios me mostró 3/4 de lo mismo. Al levantarme después de la Consagración, noté a Cristo presente en el altar a la vez que todos deciamos "anunciamos tu muerte..." Viví esas palabras y quiero vivirlas siempre pues es el momento del día en el que tengo más cerca al Señor. Pero para vivirlas, hay previamente que sentirlas en el silencio. ¿Os habéis fijado en las lecturas de hoy? Creo que se va ahondando la servidumbre a Cristo en mí.
Me está malacostumbrando el Amado pues me concede estas Gracias que tanto le gusta que tengamos nosotros por voluntad propia. ¡Mucha valentía, costancia y fidelidad me pedirá más adelante!
No querría acabar sin deciros que creo que hoy se ha forjado mi segunda "amistad frente al Sagrario" (la primera la tuve con Jesús). Ya me estaba yo levantando para ir a casa cuando un chico se ha acercado a presentarse y saludarme. Este tema para mí es muy espinoso hermanos. Tengo una pequeña herida que creía cerrada. Como ya estoy un poco curtido en estos asuntos (y tengo todo que agradecerselo a Dios por dejarme vivir esa amarga experiencia) he tratado al chico como a un verdadero hermano. Nos dimos la mano delante del Sagrario. Espero que busque, como yo, a Cristo.
Mañana tengo dos entrevistas muy especiales. Pedid, sobre todo, porque sean santas. Quiera la Virgen que sirvan para que la Voluntad y el Deseo de Dios se haga en nuestras vidas. ¿Cómo podré agradeceros este Amor tan grande que me estáis dando y todos los favores que os pido? Mañana no pondré nada pues haré vigilia. Encomendadme y sed cada vez más de Dios, más santos. Hermanitos, hasta la eternidad.
Estaré junto a ti en la Eucaristia del viernes y toda la la madrugada del jueves al viernes... es una noche mágica, donde mis hermanas y yo tenemso la tradición de acompañar al Sántísimo, le habalré de tus deseos, para que bediga tu entrega.
ResponderEliminarGracias
Gracias por tu testimonio, Pablo.
ResponderEliminarSiempre adelante. Me acaban de habrar del éxito enorme que está teniendo en Madrid, la película LA ÚLTIMA CIMA, SOBRE EL TESTIMONIO DE PABLO DOMINGUEZ, UN CURA ESTUPENDO QUE MURIÓ EN LA MONTAÑA SIENDO JOVEN. SI LO PEDÍS PUEDEN LLEVARLA A TU CIUDAD.
http://blogs.marianistas.org/category/ultima-cima/
Estás en mi corazón y en mi oración. Un fuerte abrazo
Francisco, la eucaístía hace milagros en nuestra vida. Cada día te capacita para mejor saberte amar y amar a los demás.
ResponderEliminarTienes nuestra oración y acompañamiento tanto en tus sombras como en tus luces.
Un abrazo grande.
Sor.Cecilia
En comunión de oraciones. Un abrazo fraterno.
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