Dichosas sean las flores
que estaban en tu jardín
el día que nuestro Dios
te escogió para Sí.
Dichosos sean los astros,
dichoso sea el sol
que iluminaron la escena
en la que te habló el Señor.
Quien fuera por un momento
como aquel ángel Gabriel
para hacerte la pregunta
"¿Quieres portar el Bien?"
"Pequeña María, salve,
llena de Gracia estás,
no temas, vengo del cielo
el que Señor te quiere hablar."
Fue entonces cuando tus ojos
dieron paso a Jesús
y ya nunca lo dejaste
hasta la muerte en Cruz.
Tú que no esperabas
Visita tan hermosa
entregaste tu vida
a la Causa más grandiosa.
Esclava del Señor,
bendita Madre mía,
ayúdame en esta prueba
y defiéndeme noche y día.
Hermosa oración Francisco.
ResponderEliminarGracias por tu visita, ha sido una sorpresa
Con ternura
Sor.Cecilia
Gracias que ella nos tome de su mano y nos presente ante Jesús nuestro Señor unidos en oración
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