Hoy, después de varias entradas, pongo puntos suspensivos a este ciclo "Llamados a la santidad". Pero no puedo dejar de hablar de la cualidad, a mi entender, que más facilmente es detectable en todos y cada uno de los santos, estén en los altares o no.
Si repasamos los Evangelios nos daremos cuenta de una cualidad de la Virgen que, me parece, pasa un poco desapercibida. Se nos presente, desde que yo tengo uso de razón, a María como una mujer de oración, sencilla, confiada en Dios, austera,... y un sinfín de calificativos más. Sin embargo, yo he echado siempre en falta uno muy importante: su grandísima humanidad.
"Aquí está la esclava del Señor...", "María estuvo con Isabel unos tres meses...","María, por su parte, guardaba todos estos recuerdos y los meditaba en su corazón","No les queda vino", María al pie de la Cruz, María con los apóstoles,...
En todas y cada una de las partes del Evangelio aparece la figura de María como conocedora de la naturaleza humana, podríamos llamarla experta en humanidad. Desde aquí, arranca la historia de María con los hombres. Y siempre, desde entonces, ha venido a auxiliarnos, a ayudarnos: "No tengan miedo, yo no les haré daño", "Rogad por los pecadores". Son palabras de la Virgen en Fátima y en Lourdes, respectivamente.
Conocer nuestras miserias personales y las miserias de la humanidad, ser capaces de ver más allá de las pasiones es algo que nos sirve, y mucho, en la vida espiritual e incluso terrenal. Tan sólo por citar a un santo que demostró con su vida la verdad de estas palabras: "También atribuyo a tu gracia todo tipo de maldades que no he cometido. Pero, ¿qué no pude hacer yo, que llegué a amar el delito en sí mismo y sin nada a cambio?" (San Agustín, Confesiones). Hermanos, no se trata sólo de descubrirse pecador, sino de no parar de intentar conocer el corazón del hombre. Seamos expertos en corazones humanos para transformarlos en corazones que sean reflejo del Amor de Dios.
Os encomiendo a María, ejemplo de perfecta santidad.
Me dijo mi padrino de Apostolado "no hay santo sin pasado" y tiene razon todo santo tien pasado y en ese pasado y vida esta gran parte de su humanidad, mas alla de poseer un halo de luz proveniente de la divina gracias, los santos muestran mas que nadiesu gran humanidad; si hermano lo has dejado en puntos suspensivos y con esta entrada nos haras pensar, un saludo Hermano te encomiendo a Nuetsra Sra. del Carmen y Santa Teresa, bendciones.
ResponderEliminarLa santidad no consiste en llevar a cabo cosas extraordinarias. Consiste en aceptar con una sonrisa lo que Jesús nos envía consiste en aceptar y seguir la voluntad de Dios unidos en oración
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