Enfrascado en estos pensamientos me di cuenta de que esas veces habían sido las primeras que alguien me había hablado de que todos podíamos ser santos. Veía en la iglesia una foto de "Lolo", a una hermana de la Cruz y una pila bautismal. Hermanos, esto fue lo que propicio este ciclo "LLAMADOS A LA SANTIDAD". ¿De quién comenzaremos aprendiendo? De los tres recientes beatos andaluces, que son una alegría mía muy grande.
BEATO "LOLO". Conocí la historia de este hombre en el Seminario Diocesano. Estábamos allí para unas convivencias de jóvenes y nos repartieron un librito: "Lolo, un cristiano". ¿Qué tenía de especial? Pues, hermanos, ¡¡¡nada más y nada menos que era un cristiano de mi diócesis en proceso de beatificación!!! ¿Sería esto posible? No sólo ha sido posible sino que su ayuda ha sido fundamental para mi vocación. Os transcribo lo que el beato dijo al respecto:
"¡Vocación, hermana mía! que empieza a las siete y media de la mañana: naces para crecer y propagar la belleza. Eres como un campo abierto, o como un planeta virgen, que no me pertenece y que se me brinda para el cultivo de la gracia del mundo... Sí, la semilla de amor del corazón, porque, pobre de mí, si sólo atino a sembrar gestos de admiración en la frente de los hombres, cuando el germen de Dios, que ha de fructificar en las sensaciones humanas, es lo que fundamentalmente debo a las criaturas. Dios, ¡lo infinito de una vocación!"
BEATO FRAY LEOPOLDO. Cuando miraba a la pila bautismal me acordé de aquella vez en Alpandeire. Un franciscano nos invitó a ir a misa a Alpandeire un verano. No entendía el por qué pero, si lo decía el padre... Allí llegamos y allí, delante de una pila bautismal nos dijo: "Aquí fue bautizado fray Leopoldo...de Alpandeire". ¡¡Qué despiste!! Pues sí, delante de mí tenía el lugar donde comenzó la obra de Dios en el beato Leopoldo. Este santo hombre me enseñó, entre otras cosas:
"Hermanos, los ojos en el suelo y el corazón al cielo"
BEATA MADRE MARÍA DE LA PURÍSIMA. Y al ver a aquella hermana de la Cruz, que comulgaba con tanta devoción, me emocioné. La primera vez que yo tuve la suerte de repartir la comunión fue en un convento de las Hermanas de la Cruz. Allí conocí no sólo a Santa Ángela de la Cruz también a madre María de la Purísima. Me dieron una estampita de la causa de beatificación que siempre llevo en el breviario y dice así:
"T
De verdad Lolo era de tu diòcesis? Què bueno!! Piensa que hace ya un año publiquè en FB esta reflexiòn suya:
ResponderEliminarhttp://www.amigosdelolo.com/joven-esta-es-tu-hora
que me parece estupenda. La comparto con todos tus lectores y que los santos nos lleven de la mano todos los dìas de nuestra vida!!!