Recientemente ha tenido lugar en la ciudad de Tarragona (España) la beatificación de un elevado número de mártires que dieron su vida por la Fe durante la persecución religiosa acaecida durante la guerra civil que estalló en 1936. Hoy, Mario nos deja una interesante reflexión personal sobre el martirio, pronto tendremos alguna más.
TESTIGOS
Mártir es testigo. ¿De qué? De Dios. Es está una de esas
ocasiones en las que los discursos elocuentes sobran: el misterio nos
sobrepasa. Salvando las distancias, cada martirio es un momento parecido al de
la Consagración. Da qué pensar, mucho. Hoy había pensado, pensado y pensado
sobre la mejor manera de haceros llegar el sentimiento y las reflexiones que,
gracias a la beatificación en Tarragona, han surgido en mí.
Es mejor, más eficaz, que leáis y leáis cada martirio a la
luz del Sagrario, que los recéis. Ponerse en el lugar del otro es lo propio del
cristiano: ¿sería capaz de aguantar? NO; ¿podría tener caridad con los verdugos
en ese momento? NO; ¿confiaría verdaderamente en Dios? NO. EL MARTIRIO ES UNA
GRACIA DE DIOS, NO TANTO POR EL HECHO DE LA MUERTE, SINO SOBRETODO POR LOS
DONES QUE DIOS DERRAMA EN LA PRUEBA DE FE.
Yo, Yo, Yo, Yo, Yo, Yo hago… MAL CAMINO LLEVAS, AMIGO MÍO.
“Siempre
hay que morir un poco para salir de nosotros mismos, de nuestro egoísmo, de
nuestro bienestar, de nuestra pereza, de nuestras tristezas, y abrirnos a Dios,
a los demás, especialmente a los que más necesitan.”
(S.S. Francisco).
Las beatificaciones o las canonizaciones son siempre una apuesta fuerte que la Iglesia hace para ponernos de ejemplo a hombres y mujeres que vivieron de forma heroica las virtudes cristianas.
ResponderEliminarEn el caso de la celebrada e Tarragona la Iglesia elevaba a la gloria de los altares a 522 mártires que murieron violentamente por ser cristianos. Ambos bandos dejaron mártires cristianos en unas u otras confesiones que convivían en ese periodo en España. En este caso se recordó a los católicos.
Es difícil saber si Dios nos pedirá dar la vida gota a gota o a torrentes peo lo que si tenemos la certeza es de que debemos ser testigos de su Resurrección. No podeos olvidar que ser testigo no es hacer propaganda, ni siquiera impresionar a nadie, sino crear misterio. Es vivir de tal manera que esa vida sea inexplicable si no existe Dios.
Recuerdo de mi juventud un punto de Camino, el 204: " Cuántos que se dejarían enclavar en una cruz, ante la mirada atónita de millares de espectadores, no saben sufrir cristianamente los alfilerazos de cada día! -Piensa, entonces, qué es lo más heroico."
Un abrazo
http://novipostnoticias.blogspot.com.es/2016/03/somos-testigos.html
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